Fecha: 23 de marzo de 2015 – Actualizado: 23 de marzo de 2015
Este coqueto hotel boutique es la opción ideal para desconectar de la ciudad y conocer la magia de las bodegas y el vino de Rioja, su gastronomía y la cultura de la zona.
La filosofía de sus propietarios es “atender a los huéspedes con el mayor mimo” y aconsejarles actividades y visitas para que disfruten de cada momento del día
MUCHO MÁS QUE UN ALOJAMIENTO RURAL
Fotos y texto cedidos por Acción y Comunicación
Madrid, mayo de 2014.- Hace algo más de un mes que abrió sus puertas la Casona del Boticario, un pequeño hotel boutique ubicado en una de las regiones vinícolas con más prestigio dentro y fuera de nuestras fronteras: La Rioja Alta. En pleno centro de San Vicente de la Sonsierra, uno de los pueblos con más encanto de la zona, este alojamiento es el proyecto más personal de Mayang Sáez Pombo, una ex directiva de televisión reconvertida en hostelera que hace tres años lo dejó todo para transformar su espíritu de anfitriona nata en su modo de vida. Junto a su marido, Benito Perelló González-Moreno, que es natural del municipio riojano y arquitecto especializado en la rehabilitación de edificios modernistas, han reformado la antigua casona señorial del S.XVIII que perteneciera a su familia para convertirla en un hotel con mucho encanto. La fachada principal, protegida por Patrimonio por su valor histórico, ha sido restaurada, mientras la parte trasera se ha podido ampliar hacia los viñedos. Mayang, trabajadora, sencilla y detallista ha trasladado el buen gusto y cariño con el que atendía a sus familiares y amigos al público que visita La Rioja en el marco de un hotel concebido como el propio hogar.
VISTAS, CONFORT Y SILENCIO
La casa, que fue sede del boticario del pueblo durante siglos, cuenta con 12 habitaciones y una suite decoradas con muebles antiguos de diferentes épocas que pertenecieron a la familia, y que han sido restaurados uno a uno por el matrimonio. Además, están equipadas con todas las comodidades exigibles por huésped del S.XXI: colchones de grosor especial para el mejor descanso, carta de almohadas para poder elegir, sábanas de algodón egipcio y, además, televisión interactiva, climatización individual, duchas con hidromasaje y conexión WiFi gratuita. La suite abarca 73 m2 e incluye salón, terraza-solarium y un baño con cabina de ducha termostática y bañera de hidromasaje. En definitiva, Mayang y Benito han sabido combinar con acierto la decoración de época con los materiales y necesidades de nuestra época.
Todas las habitaciones ofrecen unas vistas privilegiadas, unas a la calle principal y más transitada del pueblo y otras al mar de viñedos que se extiende tras el edificio. Además de las habitaciones, el hotel dispone de varias salas de estar, tan confortables como la del propio hogar, donde leer, tomar una copa de vino o disfrutar del silencio mientras se contempla un paisaje que pronto será nombrado Patrimonio Cultural. Aunque entre las zonas comunes destaca el jardín, un espacio agradable y bien cuidado donde sentarse a tomar un café o, simplemente, relajarse y empaparse del entorno.
DESAYUNO CASERO Y HUERTO DE AUTOCONSUMO
En ese afán de tratar a los huéspedes como si fueran de su propia familia, Mayang prepara todos los días un desayuno casero en el que todos los productos son autóctonos, de minoristas y de la máxima calidad. Para ello, se acerca todas las mañanas a la panadería para recoger barras de la primera hornada y, acto seguido, acude a por la repostería y bollería casera de la pastelera del pueblo. También cuenta fruta recién cortada y zumos naturales y, previa reserva, Mayang también se hace cargo de las cenas. Además, la propiedad cuenta con un huerto en el que se cultivan hortalizas, frutas y verduras que sirven para el autoconsumo del establecimiento, y también, para que el cliente seleccione las piezas que más le gusten y comprarlas a bajo coste para disfrutarlas de vuelta en su casa.
VISITAS Y ACTIVIDADES
Desde la Casona también ofrecen a sus huéspedes los mejores consejos y actividades para conocer la zona. En el mismo pueblo se puede disfrutar del auténtico paisaje riojano desde el cerro del castillo medieval, de la iglesia gótica de Santa María la Mayor (que cuenta con un valioso retablo y una torre diseñada con siete lados desiguales para resistir el viento) y de las diferentes rutas de senderismo de diferente intensidad que existen en el municipio y la comarca. De los pueblos cercanos, merece la pena Peciña y su ermita romántica de Santa María de la Piscina. Además, Mayang conoce a casi todos los bodegueros del pueblo y aconseja visitas, según los gustos de los huéspedes, tanto a bodegas pequeñas, novedosas y curiosas como a las más grandes y conocidas. En Briones se encuentra uno de los museos de vino más importante del mundo y en Haro, uno de los principales centros bodegueros de España, también se puede pasear por su espectacular casco histórico lleno de bares de pinchos.
Información:
Dirección: Calle del General Varela,1
San Vicente de la Sonsierra (La Rioja)
Teléfono: 941 33 42 00
info@casonadelboticario.com