REPORTAJE

Los pueblos abandonados de España que no te puedes perder

Estos pueblos españoles son algunos de los más visitados para realizar una escapada, conocer la historia del país o conectar con la naturaleza

Texto: Miriam Salgado Albertus

Los pequeños pueblos abandonados cada vez son más frecuentes en nuestro país. Las grandes urbes concentran a gran parte de la población y las pequeñas localidades pasan a un segundo plano, quedando totalmente vacías y poco cuidadas. 

De hecho, la despoblación se ha convertido en uno de los grandes problemas para la población rural que, desde hace más de 50 años, ha visto cómo sus municipios se vaciaban. 

Sin embargo, a pesar de estar deshabitados, muchos de ellos conservan un patrimonio que merece recuperarse y conservarse. Estos son algunos de los pueblos más impactantes de España que, tanto si quieres hacer una escapada rural, como si eres amante del misterio, la historia y las fotografías, puedes visitar: 

Umbralejo, en Guadalajara

Comenzando con la lista de los pueblos que visitar, Umbralejo llama especialmente la atención por ser uno de los mejor conservados. Y es que, a pesar de quedar deshabitado entre los años 60 y 70, desde 1984, forma parte del Programa de Recuperación y Utilización Educativa de Pueblos Abandonados (PRUEPA), promovido por el Ministerio para la Transición Ecológica, el Ministerio de Fomento y el Ministerio de Educación y Formación Profesional.

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En este programa, se fomenta el acercamiento a la vida rural de los jóvenes, con el objetivo de darles la posibilidad de comprender la necesidad de un cambio de actitudes.

Así, Umbralejo, ubicado en plena Sierra de Ayllón, cuenta con edificios bien conservados, hechos en cuarcita y pizarra -típicos de la región-, que permiten que el visitante disfrute, mientras pasea por largas calles pedregosas, de la arquitectura negra típica de la región.

Búbal, en Huesca

Perteneciente al municipio de Biesas y ubicada en el Valle de Tena, Búbal es una localidad que quedó despoblada por la construcción de un pantano en los años 60, que a su vez inundó gran parte del municipio, provocando que muchas viviendas fueran demolidas. 

No obstante, su parte alta se salvó y a mediados de los 80 también pasó a formar parte del Programa de Recuperación y Utilización Educativa de Pueblos Abandonados, lo que también llevó a jóvenes que trabajaron en la recuperación del municipio.

Además, por su amplias calles y debido a sus cambios de altura (desde los 900 a los 3.000 metros), se pueden observar muchos contrastes geomorfológicos y de vegetación, que rodean las típicas casas de piedra con tejados oscuros. 

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Granadilla, en Cáceres

Granadilla es una antigua villa amurallada de origen feudal, situada en el norte de la provincia de Cáceres. Su conservación, al igual que Umbralejo, también merece la pena mencionarse, y es que junto con el citado pueblo y con Búbal, está incluida en el PRUEPA. 

La villa está enclavada en una roca de dura pizarra y está rodeada por agua, puesto que las vegas del río Alagón y Aldobara que la rodeaban quedaron cubiertas por las aguas del embalse de Gabriel y Galán, lo que hizo que fuese desalojada por una posible inundación.

Tras este cuidado, los que visiten esta bella comarca podrán disfrutar con las fachadas de colores, del reformado castillo-fortaleza (levantado entre 1473 y 1478) desde el que se puede ver una gran panorámica del pueblo, de las murallas almohades y de la Iglesia, que cada 1 de noviembre realiza la misa de difuntos.

Caudilla, en Toledo

El siguiente pueblo de la lista se sitúa muy cerca de Madrid, en la provincia de Toledo, por lo que es ideal para los madrileños que busquen realizar una escapada durante el fin de semana.

Los principales motivos para visitar Caudilla, además de poder observar tanto de día como de noche la gran fachada de su Castillo en ruinas (que incluso se ha utilizado en varios videoclips), es experimentar la contraposición que se encuentra entre algunas viviendas bien conservadas y otros edificios en ruinas como la Iglesia, que data de los siglos XIV-XVII, y se encuentra sin puertas. Y es que, a pesar de ser un pueblo deshabitado, algunas viviendas se han mantenido hasta ahora como casas de campo.

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Ochate, en Burgos

Este municipio despoblado ha ganado fama desde la década de 1980, al considerarse como una región en la que se han producido avistamientos y actividades paranormales, después de que según la leyenda se produjeran tres epidemias en la misma década.

Por su parte, el pueblo se encuentra completamente en ruinas, y los visitantes pueden pasear por sus terrenos, visitar un par de edificios, entre los que se encuentra la Torre de San Miguel-, e imaginarse cómo era el pueblo hace unas décadas. 

  Edificios singulares en el mundo II

Además, muy cerca del municipio se encuentran los restos de la ermita de Burgondo, que data, según la Diócesis de Vitoria, del siglo XVII-

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Belchite Viejo, en Zaragoza

Uno de los conocidos como pueblos “fantasma” que mayor fama tiene en nuestro país es Belchite viejo, un municipio ubicado en Zaragoza que fue bombardeado en la Guerra Civil y que se conserva igual que entonces. Tras el bombardeo, el bando nacional optó por crear un pueblo al lado, conocido como Belchite Nuevo, y dejar las ruinas como recuerdo de la Guerra.

En este pueblo los visitantes pueden ver las ruinas del Convento de San Agustín (edificado en el siglo XVIII), la Iglesia de San Martín de Tours o el antiguo campanario de la Iglesia de San Juan situado en la Plaza, además de recorrer las calles que les transportarán a la España de 1937.

Por su parte, es importante mencionar que las visitas a Belchite son guiadas, duran una hora y media y comienzan a partir de las 12 de la mañana, dependiendo del día y de la época del año. El precio varía desde 8 euros por persona hasta 6 o 4 euros para grupos.

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Turruncún, en La Rioja

La despoblación de esta aldea de La Rioja se produjo progresivamente. A principios del siglo XX, Turruncún llegó a tener unos 300 habitantes y gran parte se dedicaba a la minería, pero cuando las minas de carbón cercanas se clausuraron, los habitantes fueron migrando a otras ciudades. 

En 1965, Turruncún construyó su último edificio, las escuelas del pueblo, que se inauguraron y llegaron a utilizarse, pero se cerraron pronto por falta de alumnos y poco después el pueblo quedó vacío.

Actualmente, entre sus calles se pueden visitar algunas construcciones que, rodeadas por árboles y hierbas, aún siguen en pie, como el citado colegio o la iglesia.  Además, en la parte trasera del pueblo hay un área con vistas y barbacoas.

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Os Teixois, en Asturias

El conjunto Etnográfico de Teixois, que también ha sido declarado bien de interés cultural, es una pequeña aldea completamente verde que fue abierta al público en 1980 y está dedicada a que los turistas aprendan la manera en la que se utiliza la fuerza del agua para trabajar el hierro. 

Así, Os Teixois es un caserío que se encuentra a 4 kilómetros de la villa de Taramundi y cuenta con un conjunto de ingenios hidráulicos entre los que se encuentra el mazo (la máquina que se utiliza para batir el hierro y el pequeño edificio donde se encuentra) o la rueda de afilar.

Por otra parte, los visitantes también pueden admirar las construcciones negras del pueblo, con techos de pizarra, que están envueltas por la gran vegetación que rodea todo el complejo. 

Valdegrulla, en Soria

En último lugar, Valdegrulla es un municipio ubicado en lo alto de una colina, en el municipio de Burgo de Osma, que comenzó a despoblarse en la década de los 70, en parte por las duras condiciones climatológicas y por las construcciones, construidas en tapial y madera.

Actualmente quedan aproximadamente 20 construcciones en pie, rodeadas de hiedra y vigas, que permiten que el visitante se haga una idea de cómo era la localidad antes del paso del tiempo.

Como curiosidad, cabe mencionar que el pueblo apenas tiene terreno porque los habitantes de Valdegrulla no se despertaron a tiempo. Y es que siglos atrás, los vecinos del municipio y de Berzosa (el pueblo de al lado) quedaron en despertarse al alba y el lugar en el que se encontrasen sería la franja divisoria, pero los vecinos de Valdegrulla se quedaron dormidos y los vecinos de Berzosa avanzaron hasta llegara unos escasos metros del pueblo.

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Imágenes: Belchite (Roberto Latxaga), Turruncún (Miguel Ángel García), Umbralejo (Xuanxu – Wikipedia), Os Teixois (José Luiz Cernedas Iglesias), Granadilla (Registro de Bienes de Interés Cultural del patrimonio español- Almudena), Ochate (Basotxerri),  Valdegrulla (Eduardoguero – Wikipedia).