Fecha: 15 de marzo de 2021 – Actualizado: 15 de marzo de 2021
Los desiertos tienen un punto mágico. Para los viajeros acostumbrados a los paisajes verdes o a los literales de aguas impetuosas, las tierras yermas producen una sensación extraña. Es una belleza peculiar, dura. En España contamos con el desierto más importante de Europa y con varios espacios naturales cuya orografía ha servido de reclamo tanto a grandes producciones de cine como a películas de James Bond
Desierto de Abanilla (Murcia)
En la Comarca del Nordeste, Abanilla es conocida como la Palestina murciana por sus desérticos paisajes, sus oasis de palmerales y su origen musulmán. La escasez de lluvias, crónica en la comunidad murciana, ha configurado un impresionante paisaje desértico, de barrancos y tierras blanquecinas
Bardenas Reales (Navarra)
Un paisaje desnudo como el de este territorio navarro repleto de formas geológicas accidentadas no ha pasado desapercibido a los cineastas nacionales y extranjeros, que han rodado en ellas -y ruedan continuamente-, videoclips, cortos y películas de relumbrón. Hasta James Bond se ha pasado por estos lares en El mundo nunca es suficiente (1999), con Pierce Brosnan encarnando al espía de ficción más famoso de la historia
Desierto de Gorafe (Granada)
Gorafe y la depresión Guadix-Baza dibujan uno de los paisajes más singulares de Europa: grandes cárcavas y formaciones de areniscas de diferentes colores llamados malas tierras por la aridez y el carácter abarrancado que presentan. Estas formas le dan a la comarca su carácter más genuino, pues son especialmente variadas y extraordinarias en la parte central de la cuenca
Parque Natural de Jandía (Fuerteventura)
Abruptos farallones rocosos conforman un paisaje espectacular y de salvaje belleza al sur de la isla canaria de Fuerteventura. Un desierto bañado por el océano extremadamente fotogénico que el director de cine Ridley Scott convirtió en el desierto del Sinaí para la película Exodus (2014)
Desierto de Los Monegros (Zaragoza)
La comarca de Los Monegros, un secarral a escasos kilómetros de Zaragoza, contiene mucha vida. Un ecosistema único, a caballo entre la estepa rusa y el desierto del Sáhara. Un lugar donde la biocenosis (comunidad biológica) documentada supera las 5.400 especies, cifra superior a la registrada en cualquier otro hábitat europeo, con un alto grado de endemismos. Todo un espectáculo de la naturaleza
Desierto de Tabernas (Almería)
El desierto de Tabernas, una de las mayores rarezas de la geografía peninsular, está considerado como la única zona desértica propiamente dicha de toda Europa. Su impresionante paisaje de cárcavas esconde todo un museo natural a escala real, vivo y único. Pocos paisajes en el mundo pueden mimetizarse tanto como el Lejano Oeste con este singular rincón del interior de Almería, por lo que desde los años 60 uno de sus recursos económicos más explotados ha sido el haber servido de escenario para rodaje de western
Semidesierto de Larva (Jaén)
Enclavado en el corredor que separa las Sierras del Pozo y Sierra Mágina, el paisaje de Larva está formado por cerros y ondulaciones con una vegetación esteparia y una erosión muy fuerte, que ha dado lugar a grandes barrancos y torrenteras que conforman un paisaje semidesértico. Habitado desde época prehistórica, en sus 57.000 hectáreas de terreno se levanta el pueblo de Larva, el más pequeño de la provincia de Jaén