Fecha: 26 de marzo de 2018 – Actualizado: 26 de marzo de 2018
Córdoba, una ciudad que enamora y que despierta los sentidos. Córdoba siente y hace sentir.
Imágenes cedidas por el Instituto Municipal de Turismo de Córdoba (IMTUR ) – Ayuntamiento de Córdoba (España)
Situación
La ciudad de Córdoba se enclava al sur de la Península Ibérica, a orillas del río Guadalquivir y al pie de Sierra Morena. Con una superficie de 1245 km2 (municipio) en la que viven más de 324.000 habitantes, ocupa el centro geográfico de Andalucía, comunidad autónoma en la que se integra como capital de provincia.
Gracias a su ubicación la ciudad goza de un microclima particular (mediterráneo continental) que propicia temperaturas suaves durante todo el año, escasas precipitaciones y una incidencia solar alta (2800-3000 h. de sol al año), con 143 días despejados.
Mezquita-Catedral
Compendio de pasado y modernidad, esta ciudad milenaria, declarada Patrimonio de la Humanidad, es un testimonio vivo de las culturas que se asentaron en ella. Pocos lugares en el mundo pueden presumir de haber sido capital de la Hispania Ulterior bajo el Imperio Romano y capital del Califato de los Omeyas. Esplendor que, además, se palpa en el legado cultural de este centro del saber, cuna de figuras como Séneca, Averroes o Maimónides
Pasear por el casco histórico cordobés supone descubrir un bello entramado de callejuelas, plazas y patios encalados situados en torno a la Mezquita, Catedral, auténtico símbolo de la capital.
Del legado romano puede apreciarse el puente sobre el Guadalquivir, los mosaicos del Alcázar, las columnas del Templo de Claudio Marcelo (siglo I), así como varios lienzos de muralla. Al Islam cordobés (s.VIII – s.XIII) corresponde la Mezquita Mayor. El barrio de la Judería es testimonio de la cultura judía presente en la ciudad en época medieval. De la Edad Media cristiana datan dos construcciones clave: el Alcázar de los Reyes Cristianos y la Calahorra. Y de la Edad Moderna se puede resaltar la adición renacentista a la Mezquita, que supuso la reafirmación de ésta en su papel de Catedral cristiana.
La Mezquita-Catedral de Córdoba: es el monumento más importante de todo el Occidente islámico y uno de los más asombrosos del mundo. En su historia se resume la evolución completa del estilo omeya en España, además de los estilos gótico, renacentista y barroco de la construcción cristiana.
El lugar que hoy ocupa nuestra Mezquita, Catedral parece haber estado, desde antiguo, dedicado al culto de diferentes divinidades. Bajo dominación visigoda se construyó en este mismo solar la basílica de San Vicente, sobre la que se edificó, tras el pago de parte del solar, la primitiva mezquita. Esta basílica, de planta rectangular fue compartida por los cristianos y musulmanes durante un tiempo. Cuando la población musulmana fue creciendo, la basílica fue adquirida totalmente por Abderraman I y destruida para la definitiva construcción de la primera Mezquita Alhama o principal de la ciudad. En la actualidad algunos elementos constructivos del edificio visigodo se encuentran integrados en el primer tramo de Abderraman I.
Murallas del Alcázar
La gran Mezquita consta de dos zonas diferenciadas, el patio o sahn porticado, donde se levanta el alminar (bajo la torre renacentista), única intervención de Abd al- Rahman III, y la sala de oración o haram. El espacio interior se dispone sobre un concierto de columnas y arcadas bicolores de gran efecto cromático. Cinco son las zonas en las que se divide el recinto, correspondiendo cada una de ellas a las distintas ampliaciones llevadas a cabo
Puente Romano: levantado en el siglo I a. C., ha sufrido varias remodelaciones a lo largo de la Historia. La estructura principal data del medievo, siendo la intervención más reciente de 1876. Consta de dieciséis arcos, cuatro apuntados y el resto de medio punto. En el centro del antepecho se erige una escultura de San Rafael, obra del siglo XVI, realizada por Bernabé Gómez del Río.
El Alcázar de los Reyes Cristianos: fortaleza y palacio de sólidos muros, encierra en su interior gran parte de la evolución arquitectónica de Córdoba. Restos romanos y visigodos conviven con los de origen árabe en este majestuoso solar, ya que fue lugar predilecto de los distintos gobernantes de la ciudad. Cuando en 1236 Córdoba es conquistada por Fernando III el Santo, el edificio, que formaba parte del antiguo Palacio Califal, estaba totalmente asolado. Alfonso X el Sabio comienza su restauración, completada durante el reinado de Alfonso XI. A lo largo de la Historia se le ha dado múltiples usos, como Sede del Santo Oficio (Inquisición), o cárcel (en la primera mitad del siglo XIX).
El visitante que por primera vez vislumbra esta fortaleza se sorprende ante una construcción casi rectangular con extensos muros de sillares pétreos y cuatro torres que perfilan los ángulos (la de Los Leones, la del Homenaje, la de La Inquisición y la de Las Palomas) Dentro, las distintas dependencias se articulan en torno a patios con exóticas y bellas flores, hierbas aromáticas y frondosos árboles. Las estancias y corredores se cierran con cúpulas góticas de piedra.
En una de las galerías de acceso se exhibe un sarcófago pagano del primer cuarto del siglo III. En su frontal muestra un altorrelieve sobre una alegoría del paso de los difuntos hacia el más allá a través de una puerta entreabierta.
Resalta, de todas las salas una pequeña capilla barroca: el Salón de los Mosaicos, en la que se exponen piezas romanas de este tipo procedentes del subsuelo de la Corredera. Bajo esta estancia se encuentran los baños, de inspiración árabe, divididos en tres salas abovedadas con tragaluces estrellados. Éstas se comunican con la caldera situada bajo la torre del Homenaje.
Torre de la Calahorra
De los dos patios, el Mudéjar llama la atención por su belleza. Con enlosado en mármol, el murmullo del agua que corre por los canales y albercas refresca el ambiente y relaja al fatigado visitante. Los extensos jardines que cierran el conjunto dan muestra de la monumentalidad y esplendor de este Alcázar cordobés.
Torre de la Calahorra: En el extremo sur del Puente Romano se levanta la Torre de la Calahorra de Córdoba, enclave de control y defensa desde la antigüedad, mencionada en alguna fuente árabe sobre al-Andalus, y en numerosas referencias históricas desde la conquista cristiana de Córdoba hasta la actualidad. Su arquitectura refleja sus sucesivas remodelaciones. El arco de herradura funcionaría como puerta anexa al puente, y su recinto rectangular flanqueado por torres se reforzaría en el siglo XII.
A principios del sig lo XX fue declarada monumento histórico artístico. Tras variados usos, en la actualidad acoge el Museo Vivo de al-Andalus, sobre la convivencia entre las culturas judía, cristiana y musulmana.
Fiestas y eventos
Cruces de Mayo de Córdoba
Junto con la Batalla de las Flores que se celebra a principios de mayo, en la que una cabalgata de carrozas decoradas con flores pasean por Córdoba dando la bienvenida a la primavera, se celebra el Concurso Popular de Cruces de Mayo de Córdoba.
En los patios y plazas se levantan cruces de gran tamaño decoradas con flores, macetas y mantones de manila. Las Asociaciones de vecinos y Peñas instalan una barra de bar donde se sirven las tapas típicas y bebidas que reconfortan al visitante. Todo amenizado con música de sevillanas y espectáculos nocturnos de baile.
Pasear por los barrios de San Basilio, San Andrés, Santa Marina, San Agustín y la zona centro dan al visitante una perfecta imagen de Córdoba en mayo.
Festival de los patios:
¿Qué son los patios?
Debido a la climatología seca y calurosa de Córdoba, los habitantes de la ciudad, primero los romanos y más tarde los musulmanes, adaptaron la tipología de casa popular a las necesidades, centrando la vivienda en torno a un patio, que normalmente tenía una fuente en el centro y en muchas ocasiones un pozo que recogía el agua de lluvia. Los musulmanes readaptaron este esquema dando entrada a la vivienda desde la calle a través de un zaguán y colocando vegetación abundante para aumentar la sensación de frescor.
Tipos de Patios
Existen dos tipos claros de patios: Un primero de casa unifamiliar donde las estancias se distribuyen alrededor de este. Suele estar enclaustrado y el suelo es enlosado o de mosaico empedrado. Un segundo, de casa de vecinos, hoy en día menos populares, desde donde se accede a las viviendas. Suele tener dos plantas, con lo que el patio se enriquece con balcones corridos, escalera y tejadillo. Los suelos suelen ser empedrados. Es frecuente el pozo en lugar de la fuente y lavadero común.
¿Dónde se Ubican?
El barrio más característico es el del Alcázar Viejo, entre el Alcázar y la parroquia de San Basilio, aunque también los encontramos por el barrio de Santa Marina, alrededor de San Lorenzo y la Magdalena. En el entorno de la Mezquita-Catedral, el barrio de la judería presenta también ejemplos de gran belleza y antigüedad. El exponente más bello lo encontramos en el Palacio de Viana, que ofrece doce patios diferentes.
Concurso de Los Patios de Córdoba
Desde el año 1921 el Ayuntamiento de Córdoba organiza durante la primera quincena de mayo un concurso de Patios, en el que los propietarios de estos engalanan sus viviendas con ahínco para conseguir el prestigioso galardón ofertado por el Consistorio. Paralelamente se celebra un festival con numerosas actuaciones folclóricas donde se dan cita los mejores cantaores y bailaores de la tierra. Todo esto acompañado del vino Montilla-Moriles, fino de la tierra con tapas típicas.
La Noche Blanca del Flamenco
Ninguna otra ciudad del mundo acoge un evento tan original, como el que lleva a cabo Córdoba en La Noche Blanca del Flamenco durante toda una noche del mes de junio. Una noche para llenar de acordes, pasos y voces las calles y plazas, tabernas y esquinas.
El flamenco más puro junto con las producciones más vanguardistas, el arte público, la gastronomía, la poesía, el teatro. La Noche Blanca del Flamenco de Córdoba, capital del encuentro y la tolerancia, ciudad flamenca, tanto que hasta el pulso de sus horas suenan con falsetas en la Plaza de las Tendillas. Ciudad de raza y razas, de mezcla y raíz.
En esa noche mágica, Córdoba se convierte en un gran escenario por el que ya han pasado figuras de la talla de José Mercé, El Lebrijano, Rosario Flores, Fosforito, El Cigala, Miguel Poveda, Manolo Sanlúcar, José El Francés, Chambao, Medina Azahara, Luis de Córdoba o El Pele, entre otros.
En su primera edición consiguió movilizar a más de 200.000 personas, cifra que se ha ido incrementando año tras año. No es extraño pensar entonces que La Noche Blanca del Flamenco esté llamada a convertirse en el mayor evento mundial del arte flamenco.