Fecha: 9 de marzo de 2017 – Actualizado: 9 de marzo de 2017
La población está situada al noroeste dentro de la provincia de Segovia, ubicada en un privilegiado entorno natural, entre el espigón interfluvial formado por los ríos Eresma y Voltoya. Rodeada de una extensa masa forestal de pinus pinaster, de la cual se obtiene la mejor resina de España, es por lo tanto Tierra de Pinares, perteneciendo además al territorio de la Campiña Segoviana.
El legado histórico y patrimonial es tan rico como variado, motivo de orgullo para sus habitantes, pues abarca desde los primeros vestigios datados hacia el 2.500 a.C., pasando a formarse en sus diferentes etapas a lo largo del tiempo, la Cauca Vaccea, Romana, Visigoda y ya en la Edad Media, se establece definitivamente como cabeza de Comunidad de Villa y Tierra, un estatus que aún prevalece en nuestros días. Conserva una parte de los monumentos que tuvo, destacando el majestuoso castillo, edificado a finales del siglo XV y engarzado en él las murallas que protegían la Villa.
Naturaleza, Historia y Patrimonio Monumental
Fotos y Texto: David Rubio
La orografía y biodiversidad de los bosques de pinares y riberas, lo convierten en el destino ideal para la práctica del senderismo.
Existe una red de caminos y senderos recomendados que parten desde el castillo, y que están pensados para el disfrute de la riqueza medioambiental, destacando el que nos lleva a los humedales ubicados muy próximos a la cercana localidad de Villagonzalo de Coca. Las lagunas de la Era y de la Iglesia son un lugar importante de paso de numerosas especies migratorias intercontinentales.
Valle del Eresma
El viajero podrá completar su estancia en Coca visitando todos y cada uno de los rincones del casco antiguo, todos ellos repletos de historia y que detallamos a continuación.
El castillo, es el monumento más destacado del municipio, obra cumbre de la arquitectura militar mudéjar y gótica. La planta y disposición del castillo de Coca corresponde a un tipo de fortaleza enclavada en un llano, no encontrándose por lo tanto en lo alto de ningún cerro o montaña, característica que lo dota de una singularidad especial, ya que el viajero que lo visita por primera vez se verá sorprendido por su ancho y profundo foso, plagado de numerosos elementos defensivos en su barrera antemural, característicos de las primeras fortificaciones artilleras del siglo XV.
En el año 1453, Don Alonso de Fonseca, Arzobispo de Sevilla, recibió el permiso del rey Don Juan II de Castilla, para la construcción de la fortaleza, que iniciaría sus obras hacia 1473, ejecutadas por el maestro alarife Alí Caro, a instancias del tercer señor de Coca Don Alonso de Fonseca, sobrino del Arzobispo, comenzando así mismo la construcción del cuerpo central de la fortificación de planta cuadrangular y patio de estilo mudéjar, flanqueada por la Torre del Homenaje.
Ayuntamiento de Coca y Kiosco Municipal
De los Fonseca el castillo pasó a la Casa de Alba, y en 1928 la Dirección General de Bellas Artes lo declaró Monumento Histórico Nacional, formando parte también del Tesoro Artístico Español. En 1954 pasó al Ministerio de Agricultura, cedido por los propietarios, para que se instalara una Escuela de Capacitación Forestal que sigue funcionando en la actualidad.
La visita guiada comienza en la Capilla, ubicada en la planta más inferior de la torre del Homenaje y que alberga algunas tallas románicas y góticas, así como dos tablas del s. XVI. Posteriormente accederemos a la Sala de Armas con una decoración mural puramente geométrica con tonalidades rojas, blancas y azules, así como una representación de la azulejería que tiempo atrás adornaba las salas y galerías del castillo. La Sala Museo muestra los restos de la decoración renacentista. En la galería superior de la torre se pueden contemplar algunas armaduras y armas, características de los siglos XVI y XVII, así como fotografías que muestran el estado del castillo antes y después de la restauración, efectuada entre los años 1956 y 1958. Tras contemplar las magníficas vistas del mirador de la torre y atravesar la Galería Norte, nos dirigimos hacia la torre del caballero Pedro Mata, accediendo a la impresionante Sala de los Jarros, en cuyas paredes se representan hermosas pinturas de jarrones entre arquerías mudéjares y sobre motivos vegetales, rematando la visita con una sorprendente acústica que descubriremos con la ayuda de los guías. Finalizamos el recorrido dos pisos más abajo, en la conocida popularmente como Mazmorra del castillo, aunque su uso más probable era ofrecer un servicio a modo de almacén.
Fuera de la fortaleza, continuamos el recorrido por el casco antiguo de la Villa de Coca, avanzando por los frondosos jardines, realizaremos la primera parada de la ruta monumental, en la que nos encontramos con los restos de una muralla construida de adobes y adobas sobre base de lajas de pizarra, esquisto y cuarcita, que debió proteger la antigua ciudad vaccea de Cauca.
La siguiente parada nos lleva al antiguo Hospital de la Merced, cuyas primeras noticias que de él se tiene datan de 1442, aunque se estima que ya existía desde tres siglos atrás. Su función principal al menos en el siglo XV, era curar enfermos pobres, forasteros y cobijar a peregrinos. Es posible que su nacimiento haya que buscarlo en la segunda mitad del siglo XII como consecuencia de las peregrinaciones hacia Santiago, ya que Coca se encuentra en la ruta de los peregrinos que venían desde Madrid pasando por Sahagún en dirección a Santiago de Compostela.
Sala de los Jarros – Castillo de Coca
En Coca se han documentado hasta 9 iglesias, cuyos restos están prácticamente desaparecidos, salvo dos excepciones, San Nicolás y Santa María la Mayor.
La torre solitaria que admiramos en la parte más septentrional del casco antiguo de la localidad, es el único resto visible de la iglesia románica del s. XII llamada de San Nicolás. La ubicación estratégica le confiere una significativa función a modo de atalaya, pues desde ella se domina visualmente todo el valle del río Eresma y los accesos por el norte de la Villa.
La iglesia de Santa María la Mayor, ubicada en la Plaza Mayor, fue concebida como capilla funeraria de la familia Fonseca, cuyos restos descansan en cada uno de los cuatro sepulcros de mármol de carrara, magistralmente esculpidos por Doménico Fancelli y Bartolomé Ordoñez.
De estos sepulcros destacamos el de Juan Rodríguez de Fonseca, obispo de Badajoz, Córdoba, Palencia, Burgos y arzobispo de Rosano; embajador de Flandes. En el año 1493 estuvo en Sevilla preparando el segundo viaje colombino, y en 1504 firmó como testigo en el testamento de Isabel la Católica.
Puerta de la Villa y Cruz de Setién
Destacamos también las tallas del Cristo de San Nicolás, Santa Ana, el Calvario y los parámetros de Berruguete y la lápida funeraria del crucero, donde descansan los restos de Don Antonio de Fonseca Capitán General del Reino de Castilla, que en Agosto de 1520 y con motivo de la guerra de las comunidades, pasaría a ser uno de los personajes más famosos de la historia de España, y todo debido al suceso de la quema de Medina del Campo.
El edificio de la Comunidad de Villa y Tierra que alberga el Ayuntamiento, diseñado por el arquitecto D. Andrés Ceballos y construido en 1930, junto con el Kiosco Municipal de la centenaria Banda de Música de Coca, completan los elementos de gran interés de la Plaza Mayor de Coca.
Continuando el recorrido, llegamos a la Plaza del Arco, con una representación del busto del tercero de los emperadores hispanos que gobernaron Roma, Teodosio I El Grande, nacido en el año 347 es considerado el último gran emperador de cuño romano y el primer príncipe cristiano, puesto que en su reinado se dio paso a la consolidación definitiva del cristianismo como religión única.
Coca también estuvo en la Edad Media rodeado de murallas, de las que actualmente quedan 200 metros de su parte sur, con cuatro torres flanqueantes, parapeto almenado y una de las tres puertas de acceso a la Villa, llamada Puerta de la Villa o Puerta de Segovia. En el lado intramuros, destaca la representación pictórica de un Calvario realizado sobre tabla. Cabe mencionar que en la parte superior, estaban las estancias de la que fue cárcel del Concejo.
Los verracos prerromanos que se pueden admirar extramuros junto a la Puerta de la Villa, son figuras zoomorfas labradas en granito, cuya tipología arcaica es muy común en la cultura vetona, aunque el origen de estas es desconocido. Próxima a estos, y emplazada actualmente en el centro de la rotonda, la Cruz del hidalgo Antonio de Setién, gran benefactor de la Villa en los años finales del siglo XVI y principios del XVII.
Finalmente, al norte de la localidad y tras pasar por el puente del río Eresma, el viajero puede hacer una pequeña parada para saciar su sed en la fuente milenaria hoy llamada de los Cinco Caños, ubicada dentro de un edificio construido en 1910. Frente a éste, la ermita de Santa Rosalía, cuya construcción data del año 1728 por los señores Don Gaspar de Saravia y Doña Isabel Ignín.
Detrás del edificio de los Cinco Caños, se conservan los restos de lo que fue, posiblemente, la residencia de un magistrado municipal de la antigua ciudad romana de Cauca. Son cerca de 200 m. conservados, que ofrecen coloridos frescos, con diferentes composiciones.
La estancia en Coca puede resultar aún más placentera si decide quedarse unos días para disfrutar de los encantos que ofrece la Villa y su entorno, teniendo a su disposición numerosos alojamientos rurales, podrá degustar la cocina castellana y las tapas que ofrecen los restaurantes y bares. Hay numerosas actividades culturales, artesanía tradicional, pastas típicas y embutidos, con la calidad y el mejor servicio para el visitante.
Página web del municipio: www.ayuntamientodecoca.com
Más sobre su cultura y patrimonio: www.descubrecoca.com