Fecha: 31 de julio de 2012 – Actualizado: 31 de julio de 2012
Pocos productos pueden presumir de la demanda que despierta la cerveza en España. Pero son los comienzos y la calidad los que han marcado la popularidad de Mahou, trabajada y merecida, que en el 2000 no dudó en sumarse a la de San Miguel, de origen filipino. Esta es la historia de la cerveza más famosa en nuestro país, que se remonta a finales del siglo XIX.
UNA UNIÓN 5 ESTRELLAS
Por Alma Borge. Fotos facilitadas por grupo Mahou-San Miguel.
Los orígenes
Es en la década de 1890 cuando comienza la andadura de Mahou en España y de San Miguel en Manila (Filipinas). El 30 de octubre de 1889, los hermanos Alfredo, Enrique, Luis y Carolina Mahou Solana deciden iniciar la aventura empresarial de Mahou, mediante la constitución de una sociedad mercantil denominada Hijos de Casimiro Mahou, dedicada a la fabricación de cerveza y hielo. El 1 de febrero de 1891 comienza la cocción de cerveza en la fábrica de la calle Amaniel, en Madrid, cuya construcción había durado algo más de un año y la tecnología aplicada entonces para ello era principalmente de origen alemán. En un primer momento, Mahou concentró su producción en un solo tipo de cerveza, el Pilsen, pero las expectativas de crecimiento del mercado le impulsó a introducir en 1908 el tipo Munich (cerveza negra).
Mientras, en un lugar muy alejado de allí, en concreto en el barrio de Manila llamado San Miguel, eran unos monjes españoles los que se dedicaban al mismo menester elaborando cerveza mediante métodos tradicionales. Pero para dar la mejor calidad a su producto, importaban por barco la mejor tecnología y las mejores materias primas. Al poco tiempo, San Miguel comienza a tener un gran éxito en Filipinas, lo que provoca que se despierte el interés de emprendedores extranjeros que no dudan en viajar hasta la fábrica. Un grupo de empresarios deciden viajar a la fábrica que San Miguel Corporation tiene en esa ciudad para conocer en primera persona el proceso llevado a cabo en la elaboración de la cerveza y estudiar así la posibilidad de trasladar el exitoso negocio a España. Es así como se asienta el primer antecedente español de San Miguel el 14 de febrero de 1946, cuando comienza ya a producirse la cerveza con el nombre de “La Segarra”. En el año 1957 es cuando salen al mercado las primeras botellas de la fábrica de Lleida bajo el nombre de “San Miguel, Fábricas de Cerveza y Malta S.A.”, y lo hacen con 3 objetivos muy claros: elaborar un producto de calidad especial, distribuirla a nivel nacional y con una voluntad exportadora a corto y medio plazo.
Calidad que lleva al crecimiento
En el caso de Mahou, la fuerte demanda de entonces en el sector cervecero prevé cambios en la empresa. El crecimiento económico y una rápida industrialización propician que a partir de los años 60 la empresa tenga que trasladar su producción a una nueva fábrica situada en el Paseo Imperial de Madrid. Es el día de San Isidro de 1962 cuando tiene lugar su inauguración, y la fábrica llegó a producir hasta un millón de hectolitros de la ansiada bebida. Pero el ritmo de crecimiento continuó durante las siguientes décadas. Uno de los éxitos más importantes que revolucionó el mercado cervecero fue el del lanzamiento en 1969 de Mahou Cinco Estrellas.
Ya en la década de 1990 Mahou no duda en ampliar su oferta de productos y junto a Mahou Clásica de sabor tradicional, y Mahou 5 Estrellas, aparece Laiker, la cerveza sin alcohol pero con todo el equilibrio, sabor y aroma de la cerveza fruto de largos años de investigación tanto técnica como de mercado.
Finalmente, fue en 1993 cuando se inauguró la fábrica de cerveza más grande de España y una de las más respetuosas desde el punto de vista ambiental. La producción de cerveza que hasta la fecha se elaboraba en Paseo Imperial se trasladó a una nueva factoría ubicada en Alovera (Guadalajara). Hoy en día, es una de las plantas industriales más avanzadas de nuestro país que combina tradición cervecera y última tecnología.
Por su parte, San Miguel continúa creciendo de manera constante, siendo la década de los 60 una de las más positivas donde el crecimiento y ajuste le permite establecerse en territorios muy diferenciadas dentro de territorio español. Contaban con fábricas en Lleida desde el año 1957, en Málaga en el año 1966 y en Burgos en 1970. Constituía un importante entramado industrial que le permitió estar en todo el país.
A la par, su voluntad de exportación se materializa a finales de la década de los años 70, donde ya se encuentra San Miguel en países como Francia, Marruecos, Suiza, Reino Unido, Alemania y Puerto Rico. Su crecimiento es imparable. Así, se convierte en la cerveza española más exportada con presencia en más de 35 países de todo el mundo.
La unión hace la fuerza
Es en el año 2000 cuando ambas cerveceras se unen, y no dejan de crecer y ampliar horizontes incorporando también en 2004 al grupo de Cervezas Reina y en el más reciente 2007 al grupo Alambra. Así, se ha visto reforzado el liderazgo de Mahou-San Miguel que tiene como misión:
- Incrementar su liderazgo a nivel nacional.
- Construir a nivel internacional una posición relevante en el mercado de marcas Premium o de calidad.
- Lograr que sus marcas sean siempre la bebida preferida.
- Diversificar en oportunidades que refuercen el negocio cervecero.
- Reina aporta juventud y más presencia en el mercado canario. Su origen es reciente, en el año 2000 comenzó a fabricarse en la planta tinerfeña de Candelaria. Por su parte, con la incorporación de Cervezas Alhambra ha aumentado la cuota de mercado en Andalucía. Esta empresa de origen granadino se constituyó en 1925. Cuenta con dos centros de producción ubicados en Córdoba y Granada donde se elaboran productos como Alhambra 1925.
Innovación continua
Mahon como San Miguel han revolucionado en todos estos años el mercado cervecero por sus lanzamientos de nuevos productos y por los sistemas y formatos que han utilizado en su elaboración. Así, en 198 Mahou fue pionera en nuestro país instalando una sala de cocción en su fábrica de la calle Amaniel con calderas Ziemann, realizadas en cobre y hierro. Es también la primera empresa española en la introducción de barriles de aluminio, sustituyendo con ello a los tradicionales de madera. En el año 1966 instala por primera vez modernos sistemas expendedores con refrigeración autónoma que elevaron así la venta de la cerveza en barril.
San Miguel también destaca por sus innovaciones, entre ellas el lanzamiento de San Miguel 0.0%, la primera cerveza sin nada de alcohol, un hito importante en el mercado cervecero que ha sido responsable de un nuevo mercado dentro del sector.
En la actualidad, el centro de I+D+I de San Miguel se encuentra en la fábrica de Lleida, y es allí donde se estudian el lanzamiento de sus productos como la San Miguel 0,0% manzana, la ECO o Mahon Premium Light entre otros.
Además, Mahou-San Miguel está cerca de los ciudadanos participando y promoviendo eventos deportivos relacionados con el fútbol y el baloncesto, promocionando el cine nacional e internacional, reforzando la importancia de la cultura gastronómica española o colaborando con acciones culturales y de investigación como el Museo Picasso de Málaga, la Fundación de Amigos del Museo del Prado o la Fundación Atapuerca.
En cuanto a los patrocinios, cine, deporte y música son las tres grandes áreas por las que el Grupo Mahou-San Miguel viene apostando en los últimos años. Una trayectoria que ha llevado a miles de personas a vivir experiencias únicas.
Sin olvidar el medio ambiente
La protección del entorno, la promoción de la cultura gastronómica o el apoyo a todo tipo de actividades culturales, deportivas y de investigación han marcado la filosofía del Grupo Mahou-San Miguel. Uno de los pilares básicos del Grupo es la colaboración con la protección al medio ambiente, y por ello en sus fábricas no han dudado en implantar la certificación ambiental EMAS, que es una de las más exigentes a nivel europeo y que propicia un importante descenso en el consumo de recursos naturales
Es tras la culminación con éxito de su plan de Actuación Ambiental del Grupo 2004-2006, cuando ponen en marcha el nuevo plan del sistema de gestión EMAS, que minimiza los riesgos e impactos ambientales asociados a sus actividades, y han continuado con la política de inversiones al respecto destinando para ello más de 2 millones de euros y basándose básicamente en la reducción del consumo de recursos y la generación de residuos.
El Grupo Mahou-San Miguel ha definido claramente sus propias señas de identidad:
“Qué queremos ser en el futuro, dónde hemos de focalizar nuestros esfuerzos, cómo queremos hacer las cosas… Todos estos elementos integran Nuestra Visión.”