Fecha: 19 de noviembre de 2013 – Actualizado: 19 de noviembre de 2013
La escalada conocida como tal, evolucionó del montañismo a principios del siglo XIX en el centro de Europa. Al principio era considerada como un medio de entrenamiento para afrontar los itinerarios de más dificultad en recorridos de alta montaña.
El auge de la escalada
Fotos y texto por Federico Martín. King Kong Climbing Gym.
En la actualidad, al igual que ha pasado con el surf, el buceo, o incluso el parapente… la escalada a visto una considerable proliferación de adeptos en centros especializados conocidos como rocódromos.
Foto: escalada de bulder en King Kong Climbing Gym Las Rozas
Muchos son los aficionados, con más o menos experiencia, los que utilizan los rocódromos para entrenar, mejorar, y progresar en dificultad. Pero esto sigue cambiando, también cada vez son más los que se acercan para aprender desde los niveles más básicos. King Kong Climbing Gym, un joven centro de escalada de Las Rozas de Madrid, tiene a más de la mitad de sus abonados inscritos en Grupos de Nivel 1, es decir, gente que lleva poco tiempo escalando. Este fenómeno también sucede en muchos otros rocódromos de toda la península.
Los noveles que llegan a este tipo de instalaciones con afán de aprender, terminan contagiados de una nueva manera de ponerse en forma y mantenerse a tono, sin la necesidad monótona de levantar repetitivamente pesas, o montarse en una bicicleta estática con el fin de quemar un puñado de calorías.
Foto: Nacho Sánchez compitiendo en King Kong Climbing Gym
“El nuevo escalador” consigue abstraerse de la rutina diaria en menos de una hora de trabajo de superación. Y esto es posible gracias a los Grupos de Entrenamiento con Monitor, tendencia que consigue un efecto muy motivador cuando juntan a participantes de niveles muy parecidos.
Joaquín García-Bouza, Director Deportivo de King Kong Climbing Gym nos explica que la escalada es un deporte muy especial, y sus razonamientos los apoya en los múltiples beneficios que aporta este deporte a las personas, entre ellos, la mejora de aspectos tan importantes como la salud mental o las relaciones sociales. Además, contribuye en gran medida al desarrollo del tono muscular, la flexibilidad y la pérdida de peso.
Escalar en rocódromo es también un deporte beneficioso para los “más pequeños”. Joaquín comenta que para muchos niños, la escalada es una actividad innata, hay un impulso natural que los hace trepar ¿Qué niño no ha intentado subirse a un árbol? La escalada ayuda a los niños a enfrentarse a sus miedos, ha centrarse en un reto y a descargar el estrés.
La escalada, siempre ha sido considerada como un deporte de riesgo, extremo y una locura que solo unos pocos descerebrados se atrevían a practicar, pues bien, ese pensamiento ha cambiando en los últimos años. Ahora la escalada cuenta con varias disciplinas que se van abriendo paso o se van afianzando. Las disciplinas más arriesgadas están dejando paso a las más seguras. La escalada deportiva, y la escalada de bulder, más recientemente en la historia del montañismo, son las que más aceptación están teniendo entre los nuevos aficionados.
Foto: Miguel- Bulder en Hoya Moros
La escalada deportiva consiste en ascender paredes más o menos verticales, en las cuales previamente se han equipado anclajes conocidos como “chapas”, estos permiten que el escalador se asegure progresivamente. No se necesita hacer grandes inversiones iniciales ya que gran parte del equipo se puede compartir entre varios, y aunque en seguridad nunca se debe escatimar, compartir no es una mala opción.
La modalidad de bulder o “escalada de bloque” requiere todavía de menos material. Con unos pies de gato y un crash pad, colchoneta que amortigua la caída, podemos empezar a practicar esta actividad. En esta disciplina las caídas no implican un riesgo grave y la cuerda no está permitida.
Los orígenes del bulder han sido discutidos en muchas ocasiones. Los hay que se inclinan a pensar que todo comienza en la famosa región de Fontainebleau, cuando los alpinistas franceses tomaron la zona con la finalidad de prepararse para los grandes retos que se les presentaban en la alta montaña. Fontainebleau, en la actualidad, es conocida por ser una de las regiones con más concentración de bulders del mundo. Mientras los alpinistas de antaño lo utilizaban como entrenamiento fuerte, en nuestros días el bulder ha evolucionado hasta convertirse en una modalidad independiente con muchísimos adeptos. Por suerte en España también contamos con zonas muy espectaculares y de tremenda calidad para practicar buler, La Pedriza en Madrid, Albarracín en Teruel por enumerar algunas.
Son múltiples las guías especializadas en las cuales encontramos toda la información necesaria… zona geográfica, graduaciones dependiendo de la dificultad, croquis de situación, servicios de las poblaciones cercanas y un largo etc. Con dichas guías podremos elegir bien los itinerarios, vías, o bloques, aunque tendremos que ser consecuentes con nuestra destreza a la hora de elegir el nivel.
Foto: Escalada de bulder en Albarracin
En los años 70 y 80 unos pocos elegidos eran los que lo practicaban, pero como ha estado sucediendo con otros deportes extremos, esta tendencia ha ido cambiando exponencialmente gracias a los rocódromos.
Carlos Suárez, toda una eminencia como escalador, alpinista y saltador base, y uno de nuestros baluartes internacionales dentro de este mundo, nos contesta a unas preguntas al respecto.
Foto: Carlos Suárez
¿Cómo crees que han influenciado la proliferación de rocódromos, en la base de este deporte?
Yo creo que los rocódromos lo han sido todo en la evolución de la escalada deportiva y también han hecho mejorar el alpinismo clásico. Antes de que el bulder se empezara a popularizar, la escalada deportiva solo existía en las paredes cercanas al sitio donde vivías. Ahora puedes hasta prescindir de ellas, ir a competiciones, y convertirte en un campeón del mundo, casi sin conocer la roca natural. Es divertido, seguro y seguirá siendo también el mejor complemento para convertirte en un buen escalador de roca. Los rocódromos han conseguido que la escalada sea un deporte más social, en el cual se fomente la superación personal, y donde tiene cabida cualquier edad y condición física.
¿Qué importancia tiene el entrenamiento para progresar en la escalada?
Para mí la tiene toda, teniendo en cuenta la actividad profesional que tengo, siempre en contacto con el riesgo, el entrenamiento es sinónimo de seguridad y rapidez. Me ayuda doblemente a minimizar los riesgos. Luego se aprende que la rutina del entrenamiento te convierte en realidad en un deportista a parte de un aventurero o alpinista sin más.
¿Qué beneficios te aporta entrenar en un rocódromo?
En un rocódromo se rentabiliza mucho el tiempo, puedes entrenar fuerte con todos los medios a tu alcance y acabar machacado rápidamente. Se perfecciona mucho la técnica. Para mí, mantener la rutina a través de los meses es lo más importante, es lo que te hace progresar de verdad.
Artículo realizado por Federico Martín.
Socio de King Kong Climbing Gym
Las Rozas de Madrid.
www.kingkongclimbing.com
Tlf. 916 376 640