Fecha: 23 de marzo de 2019 – Actualizado: 23 de marzo de 2019
En pleno casco urbano del municipio de Rascafría, en el Valle Alto del Lozoya, nos encontramos este precioso edificio rústico tradicional construido con las vigas de un convento de Bretaña del siglo XVIII.
Texto y fotos: Hotel El Rincón de Rascafría y web del Ayuntamiento de la Villa de Rascafría
Esta hospedería ofrece una excelente manera de descansar lejos del estrés rutinario, con un entorno natural ideal para disfrutar de todo tipo de actividades al aire libre: paseos por senderos, deportes de montaña y actividades culturales en un marco incomparable.
El hotel rural cuenta con cuatro suites superiores y seis suites estándar, todas ellas decoradas de forma diferente. Las suites superiores son abuhardilladas, tienen vigas de madera vista y un ventanal en el techo con persiana eléctrica para disfrutar de las estrellas.
El desayuno está siempre incluido, y además puedes pedir que te lo sirvan en la habitación. Dispone también de un salón confortable y perfecto para desconectar en ese marco incomparable, que nos ofrece muchas opciones para perdernos en la naturaleza.
Rascafría es un lugar rodeado de montañas, con unas vistas increíbles y un clima frío en verano, convirtiéndolo en un sitio en el que la nieve invernal rodea la zona. Los bosques, las lagunas, los arroyos, los valles, los pastos, las cumbres montañosas o incluso los glaciares, son los lugares que puedes visitar, con una variedad de fauna y flora envidiable y variada.
Muy cerca de Rascafría se encuentra el Monasterio de Santa María de El Paular, que se empezó a construir en 1390, siendo la primera cartuja del Reino de Castilla, y así permaneció durante 450 años. Actualmente, desde 1954, es una abadía benedictina, joya de innegable valor, con distintos estilos como el gótico y el barroco.
Merece especial atención el Puente del Perdón, que data de 1302, construido por los monjes para sustituir uno de madera y facilitar el acceso a la fábrica de papel. El actual se hizo a mediados del siglo XVIII, y es una preciosa construcción en sillería de granito con tres arcos y dos descansaderos con bancos semicirculares. El puente se sitúa frente al Monasterio de El Paular y lleva este nombre porque en él se reunían los representantes locales para administrar justicia, sin necesidad de acudir a una autoridad superior. Los reos podían apelar su sentencia por última vez y ver conmutada su condena, si el tribunal lo consideraba de Justicia.
Al otro lado de la carretera, la casa de la Madera es un soberbio edificio, del siglo XVIII, que durante tiempo albergó una serrería dependiente de El Paular. Tiene dos grandes portones con dinteles y un trabajado alero. Fue la serrería de la Cartuja.
La gastronomía de Rascafría es muy atractiva y variada. Durante los meses de octubre y noviembre se celebran las “Jornadas Gastronómicas de Setas, Caza y Vino”, en las que además los deliciosos platos elaborados con setas se pueden degustar los mejores vinos con “Denominación de Origen Vinos de Madrid”, cada vez más conocidos y afamados dentro y fuera de nuestras fronteras. Durante todo el año se puede disfrutar de la exquisita carne de la sierra de Guadarrama y de los típicos platos “de cuchara”.
Para los amantes de la fiesta, en verano se celebra el festival Natural Folk, que atrae durante el mes de junio a numerosos amantes de este género musical, y las actividades culturales se multiplican en diferentes escenarios del pueblo: desde el propio Monasterio de El Paular, la Iglesia y el Corral de Comedias de San Andrés Apóstol, el salón de actos del Albergue Juvenil Los Batanes o el Centro Cívico Fernando Bendito.
En definitiva, visitar Rascafría es una excelente opción en cualquier época del año, ya que sus paisajes, recorridos y oferta gastronómica y cultural nos permiten una experiencia única tanto con frío como en los meses estivales.
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