REPORTAJE

12 meses, 12 propósitos

¿Los de siempre? ¡Quizás! ¿Alguno nuevo? Seguro… pero son los tuyos, los que quieres cambiar, los que piensas cumplir…Y si los consigues todos, mejor que mejor, y si sólo cumples algunos, que suele ser lo normal, pues no pasa nada. Sea como sea, ahí estás tú, como todos los años, con tus intenciones, maravillosas intenciones, para cambiar lo que no te gusta y cumplir con lo que más te cuesta. Y de nuevo lo vas a intentar porque quieres, porque te apetece, porque merece la pena y porque con que sólo consigas uno de ellos, habrá merecido la pena. ¡Benditos propósitos que nos llevan a querer cambiar lo que puede ser mejor! ¿No te parece fantástica esta rutina de cada año?

Un año para tus cambios y toda una vida por delante para disfrutarlos

Por Maika Cano. Fotos cedidas por  www.mrwonderfulshop.es


Cuando llega este mes, la mayor parte de nosotros nos hacemos nuestra lista de propósitos de todo aquello que queremos erradicar de nuestra vida, nuestra lista de actitudes o hábitos que no tenemos y que queremos incorporar a nuestro día a día. Adelgazar, dejar de fumar, encontrar pareja, ahorrar, conocer Nueva York, desmaquillarnos por la noche… muchos se repiten en casi todas las listas, otros son más personales. Pero todos tienen en común que nos preocupan y queremos cambiarlos para sentirnos menos frustrados.  

Haz una lista realista y coherente; no pongas muchas cosas que no podrás cumplir, pon menos y trata de cumplirlos en su mayoría; y cuando llegue finales de 2014 y estés sonriendo será porque no lo has hecho muy mal. 

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1. Quiero una vida sana. Pero para ganar tengo que simplificar.

Hay un propósito, además de dejar de fumar, que se repite año a año en la lista de millones de españoles: adelgazar. ¿No estáis hartos de información sobre dietas, suma de calorías, asociaciones de alimentos, modas, recomendaciones de la vecina del quinto, etc.? Nos olvidamos una y otra vez que todo está inventado y que todo se reduce a un equilibrio entre lo que consumimos y lo que gastamos: comer bien y hacer ejercicio, no hay más. ¿Por qué necesitamos estar probando constantemente dietas nuevas cuando existe una forma de comer bien que todos conocemos y que nos empeñamos en obviar? Simplifiquemos: adopta una forma de comer sana, haz un hábito de ello, y si algún día te la saltas, no pasa nada. Sigamos simplificando: memoriza esta lista de 10 propósitos contundentes que no sólo te aseguran una forma sana de comer, sino que además te supondrá perder algún kilo que otro: haz cinco o seis comidas al día; bebe dos litros de agua; toma fruta y verdura a diario; evita alimentos con grasa, azúcar y sal; evita comer tanta comida preparada; reduce el consumo de alcohol, café y tabaco; si picas entre horas que sean tomates, manzanas y frutos secos; camina, sube escaleras o estírate cada día; no cenes después de las 9 de la noche; y duerme al menos 7 horas. ¡Ah! y que el móvil no esté cerca porque impide el descanso, y el sueño de poca calidad…¡engorda!

2. No debo vivir en el ordenador. Tengo familia y amigos reales.

¿Os habéis fijado que nos pasamos los días pegados a la pantalla del móvil, o la del ordenador, la tablet o el televisor? Si estamos solos, es normal que cada uno elija su forma de pasar el tiempo y vea una película o chatee con amigos, pero el tema se convierte en un problema cuando estamos en familia, con amigos o en pareja, y seguimos hablando por el móvil o mirando la pantalla del televisor mientras mantenemos una conversación con ellos. Con los amigos y la familia hay que relacionarse de verdad, y aunque el Facebook o cualquier otra red social nos ayuden a mantener cierto contacto con decenas de conocidos, no hagas de tu vida una relación online y abraza, toca y mira a los ojos a las personas que quieres. Pedir o aceptar amigos en Facebook es fácil. Lo difícil y lo que de verdad cuesta es tener amigos en la vida real, personas que van a estar a tu lado para pasar un buen rato pero también para cuando las necesites, personas que te hacen sonreír cuando estás con ellas y de las que te separas con buen sabor de boca. ¿Conoces Phone Stack? Pues es un juego en el que todos los que participan deben comprometerse a no tocar sus móviles mientras están en cualquier celebración. Quien lo toque pierde y paga lo consumido. Si nadie lo toca, nadie pierde, pero sí que todos ganan: unas horas en compañía de amigos, sin distracciones y disfrutándoles de verdad. Juegos como éste vienen a demostrar el enganche tan extremo que tenemos con este tipo de dispositivos. Ya está incluso tipificada un tipo de fobia a salir de casa sin el móvil, con síntomas como palpitaciones, sudores y nerviosismo que se asemejan a un ataque de ansiedad. Con el nombre de Nomofobia, hay estudios que hablan de hasta un 50% de usuarios de móvil que entran en pánico si no pueden tener el móvil porque lo han olvidado en casa, se quedan sin batería o no tienen cobertura.

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3. No es más rico el que más tiene sino el que menos necesita. 

Desde que estamos en crisis, ¿no os pasáis los días haciendo cuentas de lo que entra, lo que sale, la subida de la luz, las veces que hemos llenado el depósito durante el mes…? Y es que el dinero ahora escasea, y le damos la vuelta a nuestras cuentas una y otra vez como si por alguna mágica razón 2 y 2 no fueran a sumar cuatro en algún momento. Pero no nos engañemos. Aquí sucede como con el peso de la báscula pero al revés: si entra poco y gastas mucho, mal. Como debajo del felpudo nadie nos va a dejar ningún sobre, la única opción que nos queda es reducir nuestros gastos: antes de comprarte el cuarto bolso para esta temporada, intercambia con una amiga alguno de los que tienes; recicla prendas que llevan en tu armario temporada tras temporada; si haces un gasto extra, intenta compensarlo por otro lado; si te invitan a un evento y no tienes la ropa adecuada, pídela prestada y no te equipes de arriba a abajo; intenta comer y cocinar en casa ya que es mucho más económico, y evita la comida ya preparada, que siempre es más cara. Y en tu tiempo de ocio, hay muchas actividades gratis que puedes hacer para ir compensando esas otras que implican gasto. En www.madridfree.com hay decenas de ellas agrupadas por tipos, por semanas, si son fijas o esporádicas, etc.

4. No me quiere. ¿Por qué quiero estar con alguien que no me quiere?

Tener pareja es algo que todo deseamos, pero no tenerla no es el fin del mundo. Y hoy día, muchas relaciones que no funcionan, e incluso son perjudiciales para uno de los miembros, se mantienen por arraigadas creencias que tildan de incompletos a los están solos. Si se tiene una buena relación, hay que disfrutarla, cuidarla y conservarla. Pero si no se tiene, también se puede estar bien. Lo que no tiene justificación alguna es seguir con alguien que te demuestra reiteradamente que no te quiere: no te valora, no quiere pasar tiempo contigo, no está ilusionado. Resultado: no te sientes bien, lo que se agrava por no ser capaz de cerrar esa puerta. Di adiós a relaciones tóxicas y dependientes. No te lo mereces. 

5. No estoy parado. Estoy buscando trabajo. 

Si eres de los que mantienen su trabajo, aprovecha cada hora que pasas en él para ser productivo, para aprender, para asumir errores y enmendarlos, para probar a hacer cosas nuevas… Si eres una de las miles de personas que han perdido su trabajo con esta dichosa crisis, no desesperes ni te compadezcas y mantén siempre la esperanza. Aprovecha la nueva situación para madurar y para hacer cambios, y no dejes de trabajar, aunque estés apuntado a las listas del paro. Ocupa tu tiempo en buscar trabajo, en formarte y en ocupar las horas del día para no caer en la desidia y el abatimiento. Si tienes entrevistas de trabajo, afronta cada una de ellas con el ánimo adecuado de una persona que pelea por lo que se merece, no con el espíritu abatido de alguien que ha tirado la toalla y está moviéndose pero sin ninguna esperanza ni ilusión. Demuestra que vas a por todas, y haz que destaque en ti algo que le haga recordar al que te entrevista quien eres, porque demuestras que hay más en ti de lo que pone en tu curriculum. 

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6. Voy a hacer algo nuevo cada día, cada semana, cada mes…

Planes e ilusiones. La sal de la vida. Y un sistema de autoayuda totalmente egoísta y efectivo. La ilusión genera endorfinas y bienestar y mantiene la mente ocupada mientras se hacen planes. Sólo es cuestión de tenerlos, que seguro que los tienes, y de ponerte a ello: entra en las redes sociales y descúbrelas; si te gusta escribir, hazte un blog sobre alguna de tus aficiones; date un paseo por Madrid, tu ciudad, y una de seis más felices del mundo según un estudio de la firma GfK Custom Research; haz algún curso o taller de aquello que siempre te ha gustado; perfecciona un idioma si ya lo tienes o empieza con uno nuevo; oblígate a moverte aunque solo sean 20 minutos al día; aprende a tocar un instrumento o a correr superando objetivos; si te gustan los animales, ayuda en los centros de acogida; busca una buena aplicación y ordena todas tus fotos digitales; prueba ya con las recetas de postres; llama cada semana a algún amigo que hace más de un año que no ves; limpia el móvil, la cámara y el ordenador de documentos, fotos y archivos inútiles que lo único que hacen es ocupar espacio en el disco duro…

7.  ¿De verdad lo necesito? pero si… ¡ya tengo cinco! 

Los bajos niveles de consumo a los que está obligando esta crisis han traído consigo unos perfiles menos consumistas, más responsables, más reales y más coherentes con las necesidades que tenemos. Aunque a la fuerza ahorcan, dice el refrán, no es algo malo ¿no? Ahora buscamos ofertas y descuentos, consumimos más marcas blancas y comemos menos fuera, usamos más el transporte público, renovamos nuestros móviles y otros gadgets electrónicos con menos frecuencia, hemos dejado de comprar prendas que ya no cabían en nuestros abarrotados armarios y hacemos la compra de lo que vamos a necesitar y consumir en un breve espacio de tiempo, en vez de continuar con esa costumbre de hace años que nos llevaba a llenar nuestras neveras como si fuera a sobrevenir una guerra nuclear. Bendito consumo responsable al que hemos llegado sin apenas elección pero que nos lleva a esperar las rebajas para comprar lo menos urgente, a compartir coche para ir a trabajar y a vender los videojuegos que ya nos sabemos de memoria y las prendas que llevamos años sin usar. Si entras en http://nolotiro.org/es sabrás bien de lo que te hablo.

8. Siempre pensándolo y nunca hago nada. Voy a ser solidario de verdad.

Aunque España se encuentre entre los países más solidarios del mundo, con cifras demostradas, la sensación personal es que hacemos menos de lo que deberíamos. ¿O tú tienes la sensación de que haces todo lo que puedes? ¿Por qué 2014 no puede ser el año que digas por fin: “estoy haciendo algo por los demás”? Nos pasamos los días con la conciencia revuelta de saber que deberíamos ayudar a los que están mal pero nunca hacemos nada en serio. Tranquilizamos nuestra conciencia con pequeños gestos como dar unas monedas a alguien o dejar una bolsa en un contenedor, sin tener muy claro si llegará a buenas manos. Pero lo hacemos, y seguimos nuestro camino sin mirar atrás. Hay tantos frentes a los que acudir que necesitaríamos un reportaje sólo para eso. Pero hazlo, por favor. Yo te cuento mi última elección: colaborando con Payasos sin Fronteras ayudas a que llegue la esperanza a quienes la han perdido (donativos a partir de 1,20 € enviando SMS con el texto AYUDA SONRISAS al número 28099). 

9. Sé que puedo ser feliz, al menos todos los días un poquito. 

Seamos realistas: podemos querer ser felices y estamos en nuestro derecho, pero la felicidad absoluta no existe. Pero sí trocitos de ella que nos podemos llevar a la boca de vez en cuando. En nuestras manos está buscarlos y disfrutarlos. ¿Sabías que buscandosensaciones y emociones positivas hacemos posible la concentración de una proteína, la hipocretina, que cuanto más aumenta, mejor es nuestro ánimo y nuestro sueño? Abraza a un bebé o a alguien querido, haz planes con amigos, ten ilusiones, siéntete productivo, cuida tu salud, vigila tus gastos y date un capricho de vez en cuando, y estarás atesorando pequeñas monedas de felicidad. Y no olvides nunca que lo verdaderamente importante proviene de los sentimientos y las satisfacciones personales y no de que te toque la lotería. 

10. Voy a ser fuerte y valiente. Porque lo soy, más de lo que creo.

El año nuevo es una fecha perfecta para plantearnos hacer cosas nuevas que nos ayuden a sentirnos mejor. Y algunas de estas cosas incluyen hacer verdaderos cambios, de esos que te hacen temblar las piernas. No tengas miedo y afróntalos. Y aunque tengamos la seguridad de que puede haber fallos, si los hay, No pasa nada.Y si pasa, se le saluda, igual que en el último libro de la escritora, periodista y guionista de El Hormiguero, Raquel Martos, un relato lleno de humor sobre los cambios en la vida, con atinadas reflexiones que vas a saborear y a querer adoptar como si fueran tuyas. Los errores nos hacen crecer, y quedarnos en posturas cómodas no hace quedarnos atrás, hasta de nosotros mismos. Permítete fracasar, y no te machaques por eso porque a veces somos demasiados rigurosos y no nos permitimos ni tomar aliento. Respira y ¡a por todas!

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11. Mi tiempo es oro pero yo lo malgasto como si fuera hojalata.

¿No creéis que si a muchos nos preguntasen qué nos falta de verdad en la vida diríamos que “tiempo”? Todos soñamos con días con más de 24 horas porque con éstas no llegamos. La sensación de correr, de no llegar e hiperventilar es continua. ¿Es que nos organizamos mal o es que abarcamos mucho? ¿O quizás es que oscilamos entre perder el tiempo e ir a la carrera, y hasta nos hemos acostumbrado a eso? Pues un poco de todo. Quien mucho abarca poco aprieta es una realidad conocida por todos. Haz algo ya. Divide el día entre las obligaciones que no pueden esperar y el tiempo de ocio. Evidentemente, el porcentaje es mayor en cuanto a nuestras obligaciones pero hasta un simple miércoles deberíamos regalarnos aunque fuera media hora de lectura, un café con amigas o una carrera en el parque más cercano. Estrena esa agenda que te han regalado y enumera las obligaciones diarias, las tareas pendientes para hacer poco a poco y la lista de cosas que te gustaría hacer a lo largo del año. Después, aprende a delegar, y deja de creer que las cosas sólo pueden hacerse a tu manera. Y cuando llegue el momento del tiempo libre, disfrútalo de verdad y no pensando en los que tendrás que hacer al día siguiente o durante la semana. 

12. Voy a sonreír más, siempre que pueda y a pesar de todo. 

Sonreír es tan importante que hasta tiene hasta su propio día, el Día Mundial de la Sonrisa, que se celebra el primer viernes del mes de octubre. La sonrisa es el resultado de unas reacciones químicas que tienen lugar en el cerebro cuando tenemos emociones positivas. Numerosos estudios no se ponen de acuerdo en si sonreír nos hace bien, o estar bien nos hace sonreír, pero sea como sea, la sonrisa refuerza el sistema inmunitario, favorece las relaciones sociales, reduce el estrés y tiene el mismo significado en todas las culturas. Crea tu círculo de la victoria sonriéndole a las personas con las que vives, a la gente con la que te cruzas en el ascensor y a tus amigos cuando estés con ellos. Y fomenta también tu sentido del humor, una de las mejores virtudes para enfrentarnos a todo: a los problemas en familia y en el trabajo, a la falta de dinero y a los disgustos amorosos, a la gente con mala energía, y a los atascos, al mal tiempo, y a la subida de la luz… 

Nosotros te hemos damos algunas pistas, pero ahora tú debes decidir cuáles quieres que sean tus propósitos para 2014. Lo importante es que los tengas, que hagas una lista, que seas realista para no crearte falsas expectativas y frustrarte, que vayas poco a poco, y que pidas ayuda para cumplir alguno si te hace falta. Y que cada pequeño logro, lo anotes bien grande para que sea un estímulo con el que seguir mejorando cosas de tu vida. 

Todas las fotos de este reportaje pertenecen a la tienda online Mr. Wonderful, una iniciativa de dos emprendedores que nació en un sofá bajo una manta y se convirtió en una original realidad. ¡Propósito conseguido! 

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