Fecha: 21 de noviembre de 2016 – Actualizado: 31 de julio de 2024
Quinoa, Bimi, Kale, Wakame, Kéfir… son nombres que quizás nos sonaron a chino la primera vez que los oímos. Hoy día cada vez son conocidos por más personas, sobre todo por aquellas mejor informadas sobre las propiedades de los alimentos de cara a la salud. Y es que los valores nutricionales de estos superalimentos son un tesoro para nuestra salud y para nuestro bienestar y belleza, y lo que es mejor, un tesoro al alcance de nuestras manos.
Tesoros nutricionales de la tierra
Por Maika Cano. Fotos cortesía de https://pixabay.com/es/
Vivimos una época en la que saber qué es cada alimento y para qué sirve se ha convertido en toda una tendencia y casi una ciencia al alcance de cualquiera. A la gran revolución que ha supuesto una nueva gastronomía en un escenario en el que Internet, cocineros gurús y concursos televisivos tienen papeles protagonistas, se unen cada día el descubrimiento de nuevas recetas y últimamente el descubrimiento de nuevos alimentos como los que hoy llegan a estas páginas.
Foto: Bayas de Goji
De pensar de forma global en frutas y verduras, legumbres, pan, dulces, carne y pescado, hace ya tiempo que se abrió ante nuestros ojos un nuevo panorama: el mundo de las proteínas, las vitaminas, los hidratos de carbono, las grasas… En nuestra mente entró la pirámide nutricional, empezamos a conocer mejor las propiedades de cada alimento y ya entonces descubrimos algunos alimentos con maravillosos poderes para nuestra salud, alimentos muchos de los cuales no eran precisamente los más frecuentes en nuestras recetas o en nuestra cesta de la compra: el pescado azul, los frutos secos, el brócoli, el té verde, el ajo, la soja, el aguacate, el aceite de oliva, el chocolate negro, los tomates, el limón, la carne de conejo… Ante nosotros empezaba a abrirse un mundo de poderes antioxidantes, ácidos grasos esenciales, vitaminas más allá de la famosa vitamina C, minerales, oligolementos, carotenoides, polifenoles, etc.
Ahora le toca su turno a los llamados superalimentos del futuro, una lista de alimentos que cada día crece más, cuyos exóticos nombres compiten con sus innumerables propiedades proteínicas, vitamínicas o mineralizantes. Y algo más y muy importante: la ventaja de ser alimentos naturales la mayor parte de ellos, mínimamente procesados y en algunos casos con excelentes capacidades para una buena conservación.
Casi todos ellos favorecen la salud desde muchos frentes pero además sirven como complemento a dietas para bajar de peso y son ideales para las dietas de los deportistas. Son energéticos, alimentan mucho pero engordan poco, son depurantes y antioxidantes, aptos algunos de ellos para diabéticos o celíacos, y algunos preventivos en cuanto a futuras enfermedades o haciendo frente al envejecimiento por la edad. Una auténtica maravilla. Y además, no tan nuevos ni desconocidos como para no fiarnos de ellos, como lo demuestra el hecho de que muchos de ellos vienen siendo cultivados y consumidos por civilizaciones antiguas y por numerosos pueblos indígenas actuales. En contra de ellos, precisamente está el hecho de que no formen parte de nuestros cultivos ni de nuestra dieta mediterránea. Pero seamos inteligentes. Es cierto que debemos tender a consumir productos estacionales, frescos y de la tierra, y que nuestra dieta es la mejor a nivel saludable y porque se basa en productos y cultivos del país, pero puede ser ser combinada con el consumo de muchos productos de otras culturas que también lo son. Viva la globalización, ¿no?
Y una apunte más: ser alimentos excelentes desde un punto de vista nutricional no les da la capacidad de hacer milagros. Su consumo debe combinarse con una alimentación sana y variada en general y con unos hábitos de vida saludables. Eso que vaya por delante de todo lo demás.
ALGAS
ESPIRULINA: Esta pseudo alga es un magnífico quemagrasas compuesto de vitaminas (la B12 de forma asombrosa) proteínas y minerales. Sirve también para mejorar el sistema digestivo y para protegernos de enfermedades e infecciones. Su poder saciante ayuda con el control peso pero también combatiendo la fatiga a la hora de hacer ejercicio. Forma parte de la alimentación de los astronautas y la OMS (Organización Mundial de la Salud) la ha declarado Mejor Alimento para la desnutrición de los países pobres. Se presenta en forma de cápsulas o en polvo para añadir a zumos u otras bebidas.
CHLORELLA: Esta microalga posee la mayor concentración de clorofila del planeta y como suplemento nutricional también destaca por sus elevadas proporciones de proteínas, vitaminas y minerales. Limpia el cuerpo de toxinas, refuerza el sistema inmunitario, combate los radicales libres y repara nuestra células. Es junto a la espirulina otro de los alimentos que se empieza a cultivar en las estaciones espaciales. Y puede añadir a zumos y ensaladas para su consumo.
WAKAME: Sus poderes antioxidantes se combinan con su elevadas composiciones de yodo, potasio, calcio, omega-3, hierro y fibra, lo que que le confiere poderes anticancerígenos, además de reducir el colesterol y combatir el cansancio. Se puede tomar en sopas, guisos y en platos salados, combinando muy bien y de forma concreta con los garbanzos, con alcaparras y con cebolla.
BAYAS
Arándanos
BAYAS DE GOJI: Originarias de Mongolia, se habla de que poseen un valor en cuanto a vitamina C 500 veces superior al de las naranjas. De ahí sus propiedades antioxidantes que hacen frente frente a los radicales libres y a los síntomas del envejecimiento. Su índice glucémico es muy bajo además de que aportan fibra. Se pueden tomar en ensaladas y en macedonias de frutas o mezcladas con yogur.
ARÁNDANOS: A pesar de ser de los más conocidos entre todos estos superalimentos, pocos conocen su verdadero valor nutricional: sus poderes antioxidantes previenen el envejecimientos y las enfermedades cardiovasculares y son uno de los remedios más potentes contra las enfermedades urinarias. Se pueden tomar frescos, desecados, en zumo, en yogures, con postres, con frutos secos y a cualquier hora del día como picoteo.
BAYAS DE ACAÍ: Las tribus indígenas de Sudamérica llevan años beneficiándose de sus propiedades antioxidantes y energéticas procedentes de sus vitaminas, proteínas, fibra y de sus ácidos grasos esenciales. Ayudan a adelgazar desintoxicando el cuerpo, favoreciendo la digestión y limpiando el colón. Se pueden tomar en zumos y en batidos, aunque también se toman en cápsulas de forma directa, destacando su sabor parecido al del chocolate.
CEREALES Y SEMILLAS
CHÍA: Originarias de Centroamérica y muy usadas en la alimentación de los mayas y aztecas, estas semillas destacan entre todos estos superalimentos por un sinfín de propiedades perfectas para la salud pero también para nuestra estética porque ayudan a adelgazar. La cantidad de fibra que incluyen favorece el tránsito intestinal además de ser bastante saciantes, disminuir los antojos, favorecer el metabolismo energético y eliminar toxinas y líquidos. Su riqueza en ácidos grasos esenciales Omega-3 y Omega-6 benefician al cerebro y al sistema cardiovascular, y reducen el colesterol y la presión arterial; como antioxidantes frenan el envejecimiento y sus numerosos minerales ayudan con los huesos previniendo la osteoporosis. No tienen gluten lo que hace que puedan ser tomadas por personas celíacas y previenen la subida de azúcar en sangre por lo que también ayudan a los diabéticos. Ricas en triptófano, lo que las hace perfectas para regular el apetito y el sueño, se pueden espolvorear en ensaladas, zumos, yogures, tomarlas con cereales y hasta hay personas que empanan filetes con ellas o que las añaden a los postres que cocinan.
Quinoa
QUINOA: Nombrado Alimento del Año 2013 por la FAO, este pseudocereal es tan rico en nutrientes como numerosas son sus propiedades: aporta calcio y magnesio, entre otros muchos minerales, no aporta grasas malas y tiene tantas proteínas o más que la carne. Reduce el colesterol, es antioxidante, favorece el tránsito intestinal y desintoxica el cuerpo. Al no contener gluten, los celíacos pueden beneficiarse de sus propiedades. La quinoa puede ser blanca, la más común y con más proteínas, la roja, con gran aporte en hidratos de carbono, y la negra, con mucho litio. Se utiliza como si fuera un arroz y puede tomarse guisada, en ensaladas y en sopas y yogures. Entre las recetas con más éxito están las que combinan la quinoa con parmesano, con curry o con pasas.
BULGUR: Este cereal a base de trigo y espelta es rico en hidratos de carbono pero bajo en grasas lo que le dar un valor nutricional importante para las dietas y para la alimentación de los deportistas. Al ser fácilmente digerido es bueno para los problemas estomacales, y también reduce el colesterol. Es ideal para tomarlo en ensaladas verdes, con aceitunas y con queso feta.
RAÍCES
CÚRCUMA: Su poder antiinflamatorio le ha llevado a ser comparado con el Ibuprofeno. Aparte de esta propiedad, estimula la función hepática y mejora enfermedades como el colon irritable o la enfermedad de Chron. Sirve para condimentar platos y se puede añadir a zumos o al yogur. La leche de cúrcuma, que mezcla leche de almendra y cúrcuma en polvo además de canela se está poniendo de moda.
JENGIBRE: Al jengibre se le ha comparado con la Biodramina por su propiedad reduciendo las naúseas, además de otras antiinflamatorias y antioxidantes. Se puede tomar (hace falta muy poca cantidad porque pica un poco) en infusiones y en zumos.
VERDURAS
BIMI: Hortaliza mezcla de brócoli y la col china, es rica proteínas, vitaminas, minerales, en ácido fólico, hierro, calcio y en fibra, todo ello en proporciones muy superiores a otras verduras. Tal composición la hace perfecta para perder peso además de crecer su fama cada día como anticancerígeno, antioxidante y antiinflamatorio, porque sus compuestos se absorben mejor. Aguanta mucho a la hora de conservarse y por su sabor se puede combinar con carnes o pescados o tomarse a la plancha, cocida, al vapor o incluso cruda.
Kale
KALE: Esta berza o col rizada se presenta en una hojas tan ricas en proteínas y vitaminas como en calcio, ya que tiene más que la leche o la carne. Mejora la piel, la vista, los huesos y ayuda a combatir el cansancio, el estrés y la ansiedad. Normalmente se toma en ensaladas pero también añadida a sopas y guisos y como guarnición en sándwiches.
UN POCO DE TODO
REISHI: Originario de China, este hongo es bueno para la circulación, para el sistema digestivo y para combatir la fatiga, además de ayudar a dormir mejor, reforzar las defensas y regenerar los tejidos. Su sabor un poco amargo le obliga a combinarse con otros productos, añadido en polvo o en trocitos tipo rebanada.
AJO NEGRO: Considerado de gran valor nutricional, se está convirtiendo en un alimento con un gran potencial en la cocina, y todo ello a pesar de parecer un ajo negro y arrugado. El origen está en el proceso de fermentación que sufre y que le proporciona un aroma y un sabor diferente al de un ajo normal. La alicina de que se compone y numerosos aminoácidos le confieren poderes antioxidantes, energéticos, y reductores del colesterol y la diabetes. Además de estos valores, su textura y sabor le están llevando a ser usado como condimento de numerosos platos.
KÉFIR: Originario de Rusia y con textura y sabor como de un yogur, este es un probiótico con levaduras y bacterias obtenidas tras la fermentación de granos kéfir, en leche de vaca, oveja o cabra. Es rico en vitamina B y ácido láctico lo que regenera la flora intestinal, favorece la digestión, calma las úlceras, refuerza el sistema inmunitario y su elevada composición de triptófano ayuda a conciliar el sueño.
Estos son sólo algunos de estos superalimentos pero hay bastantes más de los que oiremos hablar mucho en los próximos años. Toma nota de todos ellos porque son verdaderas inyecciones de salud: semillas de cáñamo y lino, moringa, maca, nori, espelta, aceite de oco, té matcha, verdolaga, cobia, baobab, kamut, sacha inchi, kelp, amaranto…
Jengibre
La dieta de los astronautas
Muchos de estos superalimentos han entrado a formar parte de la dieta de los astronautas por sus valores nutricionales y porque pueden tomarse desecados, lo que facilita su consumo y conservación, pero también por que no hace falta tomar mucha cantidad para beneficiarse de ellos. Algunos de ellos además ya están siendo cultivados en las estaciones espaciales. La quinoa, por ejemplo, se ha convertido en uno de los alimentos esenciales para estos profesionales, y forma parte del programa de alimentos de la NASA para cultivar en el espacio. El que no se necesite nevera para conservarla es una de las razones, además de que se puede almacenar fácil, de que no hace falta que se guarde en un recipiente hermético y, el principal, que su valor protéinico es superior al de la carne. Como carbohidrato complejo, entra en el torrente sanguíneo lentamente lo que favorece los niveles de azúcar en sangre y de producción de insulina. El otro superalimento estrella para el espacio es la espirulina, entre otras muchas algas, cuyas propiedades hasta en pequeñas cantidades son impresionantes.