Fecha: 20 de marzo de 2021 – Actualizado: 20 de marzo de 2021
Esta exposición que se inaugura el 30 de marzo y la podremos disfrutar hasta el 27 de septiembre, propone un recorrido por el arte y la cultura marroquí desde los años previos a la declaración de independencia en 1956 hasta la actualidad. Centrada en determinados momentos y ciudades, explora cuestiones como la identidad que artistas e intelectuales trataron de redefinir en un mundo globalizado
En el Museo Reina Sofía
Texto y fotos del Museo Reina Sofía
La muestra ha sido organizada por el Museo Reina Sofía en colaboración con Mathaf: Arab Museum of Modern Art – Qatar Museums y Qatar Foundation y comisariada por Abdellah Karroumque y Manuel Borja-Villel, en el marco de la cooperación cultural entre España y Marruecos en el ámbito de Museos, promovida por la Fundación Nacional de Museos del Reino de Marruecos y el Ministerio de Cultura y Deporte del Gobierno de España.
Incluirá una amplia nómina de artistas plásticos, escritores, cineastas y directores de escena (Mohamed El Baz, Hicham Benohoud, Younes Rahmoun, Yassine Balbzioui o Mounir Fatmi, por citar solo algunos), así como material de archivo inédito, y repasa tres periodos históricos diferenciados desde la perspectiva del contexto político y social.
El primero abarca desde 1950 a 1969 y refleja los cambios culturales promovidos por la nueva situación política en ciudades como la nueva metrópoli de Casablanca, reflejo de la apertura a la modernidad; Tetuán, donde la tradición pictórica de la Escuela de arte siguió marcando el paso y Tánger, que mantuvo su fama como centro internacional donde convergieron artistas, historiadores, escritores, músicos y cineastas procedentes de EE. UU e Inglaterra que optaron por alejarse del ambiente conservador de los años de la Guerra Fría.
El segundo, comprendido entre 1970 y 1999, año de la muerte de Hassan II, está caracterizado por una arabización de la vida cultural de Marruecos que se hizo notar en un mayor control por parte del Estado y en el exilio de muchos artistas a Europa y EE.UU. La represión durante los denominados «años de plomo» no logró acallar la voz de la disidencia, especialmente activa en literatura, poesía y teatro.