TEATRO

El Método Grönholm

Una de las mejores comedias que se pueden disfrutar en los escenarios, que critica la brutalidad y deshumanización de algunos procesos de selección de personal.

Una selección de personal absolutamente disparatada, en la que no se sabe quién es el entrevistador y quién el entrevistado.

Por Nuria Araguás. Fotos cedidas por LA CULTURA A ESCENA. © Nacho Peña

Se juntan cuatro candidatos en una sala de espera para una entrevista de trabajo, el puesto es muy apetecible y exageradamente bien remunerado. Ya es la cuarta entrevista, parece que ya es la definitiva. Pero pasa el tiempo y ahí no aparece nadie. Al cabo de un rato un mecanismo se mueve y sale un sobre con un mensaje, a partir de ahí empiezan a pedir a los candidatos hacer pruebas extrañas, que implican a todos y les crea situaciones increíbles.

Una selección atípica en la que no hay escrúpulos y se lleva a los candidatos al límite. ¿Qué estás dispuesto a hacer para conseguir un trabajo? Esta es la pregunta. Cuando alguien tiene el poder de darte lo que más deseas. ¿Debe mantener la ética y valorar solo los elementos objetivos o abusa de su poder? Y por el otro lado, el que aspira al trabajo, pasa las líneas rojas de la moralidad y la humillación para conseguir lo que más desea, ese ansiado puesto de trabajo…

Aunque es en tono de comedia, se intenta reivindicar selecciones de personal limpias y justas.

 La idea se le ocurrió al creador, Jordi Garcelán, del “El método Grönholm” de una anécdota real. En una papelera, un periodista encontró casualmente las fichas desechadas de unas aspirantes a cajera de supermercado. En ellas, el encargado de las entrevistas había anotado sus impresiones sobre cada candidata. El periodista hizo un reportaje sobre ello y transcribió algunos de sus apuntes. Eran del tipo “ésta no, por gorda”, “moraca, no sabe ni dar la mano”, “apesta”, etcétera. Afortunadamente esa persona fue despedida más tarde por el departamento de personal del supermercado.

Teatro Cofidis Alcalá.
Alcalá 20. Madrid
En cartel