TEATRO

El teatro Alcázar de Madrid cumple 100 años

El 27 de enero de 1925, el Teatro Alkázar -Teatro Alcázar- abría sus puertas con la opereta Madame Pompadour.

El Teatro Alcázar, ubicado en el número 20 de la icónica calle de Alcalá, cumple este lunes 27 de enero de 2025 un siglo desde su inauguración.

Este edificio no solo forma parte del paisaje cultural madrileño, sino que también cuenta con una historia fascinante que ha resistido el paso del tiempo y los desafíos de distintas épocas.

De Trianón Palace al Cine-Teatro Alkázar

En 1921, sobre el solar donde se encontraba el Trianón Palace, comenzó la construcción del nuevo teatro bajo la dirección del arquitecto Eduardo Sánchez Eznarriaga. Aunque Sánchez Eznarriaga falleció antes de ver finalizada su obra, Eduardo Lozano Lardet asumió la dirección para concluir el proyecto.

El 27 de enero de 1925, el Teatro Alkázar abría sus puertas con la opereta Madame Pompadour, protagonizada por Teresa Saavedra, José Moncayo y Julia Fons. El edificio, de diseño elegante y luminoso, rápidamente se convirtió en un punto de encuentro para la aristocracia y la burguesía madrileña.

El coste total de la construcción ascendió a ocho millones de pesetas, una cifra considerable para la época, de las cuales cien mil pesetas se destinaron exclusivamente a las butacas. Su nombre inicial, Cine-Teatro Alkázar, cambió en 1940 debido a la prohibición de nombres extranjeros durante el régimen franquista.

Un escenario para todos los géneros

Antes de la Guerra Civil, el Teatro Alcázar fue un escenario ecléctico, donde convivieron comedias, zarzuelas, revistas y espectáculos de inspiración andaluza. A lo largo de los años, ha sido testigo de múltiples transformaciones, sobreviviendo incluso a dos amenazas de incendio.

En la temporada 1999-2000, el productor Enrique Salaberria asumió la gestión y marcó un hito al introducir el stand-up comedy americano en España con el estreno de 5 hombres.com el 29 de septiembre de 2000. Este espectáculo se convirtió en un éxito rotundo, consolidando al teatro como un espacio innovador.

El Teatro Alcázar hoy

Actualmente, el Teatro Alcázar, gestionado por el Grupo Smedia, es un referente en el teatro de comedia y variedades. Su cartelera incluye una amplia oferta que abarca comedias, vodevil, espectáculos de humor y teatro en inglés para toda la familia. Además, es un punto de encuentro para disfrutar de obras de autores premiados y propuestas escénicas de calidad.

El edificio no solo destaca por su programación, sino también por su belleza arquitectónica, que lo convierte en uno de los pocos teatros dedicados al «teatro de verso» que aún quedan en Madrid.

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Un siglo de arte y cultura

El Teatro Alcázar sigue siendo uno de los enclaves culturales imprescindibles en pleno centro de Madrid. A lo largo de sus 100 años de historia, ha sabido adaptarse a los cambios de la sociedad, manteniendo su esencia como un espacio de entretenimiento y cultura para todos los públicos.

Mensaje de Enrique Salaberria

Llegué a Madrid hace muchos años. Un día que paseaba por la calle de Alcalá me detuve ante un gran cartel que colgaba de una fachada y que llamó poderosamente mi atención. En él se veía la imagen de Amparo Rivelles y se anunciaba una obra de teatro: La loca de Chaillot, de Jean Giradeaux. Así descubrí el Teatro Alcázar. Inmediatamente tuve un deseo: formar parte de la historia de ese vetusto y entrañable edificio.

Con estas palabras, expresaba Enrique Salaberria, el que fuera Presidente y Fundador del Grupo Smedia y empresario teatral que recuperó la gestión del Teatro Alcázar, su emoción cuando vio por primera vez este teatro.

Diez años después, en noviembre de 1999, Enrique lo consiguió: Siglo de Oro Producciones se hizo con la gestión del teatro y allí estaba él, al frente de aquella aventura. “Miré de nuevo la fachada de la calle del viejo Alcázar y me dije: «Esto va a ser estupendo»

(…)

Me siento continuador de una larga historia de empresarios, artistas y amantes del teatro que hemos encontrado en el Alcázar nuestra casa. Estoy profundamente agradecido a todos los que me han precedido, a los que construyeron este palacio de los sueños y se esforzaron para que el telón se levantara todos los días y los aplausos no dejaran de sonar. Yo soy un continuador de esta labor, junto con un equipo del que me siento muy orgulloso. Muchas gracias a todos, de corazón.

Ayer me detuve otra vez en el número 20 de la calle de Alcalá y volví a mirar a lo alto.

Allí estaba el cartel de El testigo de Fernando Quiñones, y la imagen de Rafael Álvarez el Brujo. Sonreí de nuevo pensando: «La historia no se detiene. Esto está siendo estupendo».

Larga vida al Teatro Alcázar.

Enrique Salaberria.