Fecha: 9 de enero de 2024 – Actualizado: 16 de enero de 2024
Esther Acevedo, Lidia Navarro, Georgina Rey, Maribel Vitar y Maité Esteban Oliva dan vida a las cinco payasas de esta obra.
Por Almudena Castellanos y Evasión
El teatro es un juego dónde hemos venido a pasarlo bien. Se trata de una adaptación de tres de las obras más representativas de Shakespeare –Otelo, Romeo y Julieta y Hamlet– que, con mucho humor, convierten la tragedia de estas tres obras en una representación fresca, divertida y dinámica. Tiene el sello de Hernán Gené, que es un maestro de arte de clown y teatro físico.
Muy recomendable para todos los públicos y una manera de acercar a los jóvenes a Shakespeare desde otro enfoque. Las carcajadas están garantizadas.
Así, las mañanas madrileñas de los próximos sábados se llenarán de humor en el Teatro Pavón, con la llegada de Las trágicas payasas de Shakespeare, la versión femenina de Desmontando a Shakespeare creada por el dramaturgo y director Hernán Gené para su propia compañía. El espectáculo será una inyección de humor para las mañanas del 13, 21 y 28 de enero y del 4 y 11 de febrero.
Con Las trágicas payasas de Shakespeare, Hernán Gené lleva el universo del bardo inglés a una nueva dimensión, en la que el humor y la originalidad no están reñidos con la calidad de la dramaturgia, sino que potencia los momentos más poéticos y teatrales, hermanándolos con una hilarante sucesión de gags y equívocos propios del mundo de los clowns.
Al mismo tiempo, Gené realiza un sentido homenaje a todos los actores y actrices que día a día hacen de este arte tan frágil un mundo maravilloso e inabarcable.
Sinopsis
Cinco payasas, a las que dan vida las actrices Esther Acevedo, Lidia Navarro, Georgina Rey, Maribel Vitar y Maité Esteban Oliva, amantes del teatro shakespeariano se atrincheran en un teatro del extrarradio a punto de ser clausurado para dar a conocer sus originales versiones de Hamlet, Otelo y Romeo y Julieta.
Ocultando sus verdaderas intenciones detrás de una inocente noche en un bingo, las damas se entregan en cuerpo y alma al juego del teatro. Sin embargo, el miedo a ser detenidas por las fuerzas de seguridad, que de un momento a otro rodearán el edificio, es a veces más fuerte y, a ratos, nubla la representación.
La tensión hará que afloren algunos problemas personales, y el exceso de celo por interpretar lo mejor posible sus papeles llevará la función por caminos poco deseados, incluso para las mismas payasas.