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De Las Vegas al Gran Cañón del Colorado: un viaje inolvidable por la Costa Oeste de Estados Unidos

Tras haber explorado las emblemáticas ciudades de Los Ángeles y Las Vegas, y haber compartido nuestras experiencias en artículos anteriores, nuestra aventura por la costa oeste de Estados Unidos nos lleva ahora a una de las maravillas naturales más espectaculares del planeta: el imponente Gran Cañón del Colorado.

Por Nuria Araguás y A.B.S
Fotos: © Brand Usa Grand Canyon y © Evasión

El Gran Cañón del Colorado

El Gran Cañón, ubicado en el norte de Arizona, es una de las maravillas naturales más impresionantes del planeta. Este vasto y profundo cañón ha sido moldeado a lo largo de millones de años por la acción del río Colorado, cuya erosión ha esculpido profundamente la roca sedimentaria. A medida que uno observa las majestuosas paredes del cañón, se revela un mosaico de capas geológicas que narran la antigua historia de la Tierra.

El Gran Cañón alberga una rica diversidad de flora y fauna, con distintos ecosistemas en diferentes altitudes, desde desiertos en las partes bajas hasta bosques alpinos en las partes más altas.

Varias tribus nativas americanas han vivido en y alrededor del Gran Cañón durante miles de años, incluyendo los Hualapai, Havasupai, y los Hopi, quienes lo consideran un lugar sagrado.

Los primeros europeos en descubrir esta maravilla fueron exploradores españoles liderados por García López de Cárdenas en 1540.

El Gran Cañón fue designado Parque Nacional en 1919, lo que ayudó a proteger su belleza natural y su valor histórico y cultural. En 1979, fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. 

El Gran Cañón es mucho más que una simple formación geológica; es un testimonio de la historia natural de la Tierra y un lugar de enorme importancia cultural y científica. Actualmente continúa siendo un lugar de profundo significado cultural y espiritual para las tribus nativas americanas. 

Los distintos accesos al Gran Cañón

Hay varias entradas principales para acceder al Parque Nacional del Gran Cañón del Colorado y cada una de ellas ofrece diferentes experiencias, miradores y servicios.

El Borde Sur (South Rim), aproximadamente a unas 4 horas y media por carretera desde Las Vegas, es la entrada mas cercana al Grand Canyon Village, la más popular y accesible durante todo el año. Cuenta con numerosos servicios incluyendo alojamiento, restaurantes, tiendas, centros de visitantes y museos. Ofrece vistas icónicas del Gran Cañón, el Mather Point, y acceso al famoso sendero Bright Angel.

El Borde Norte (North Rim), es el acceso mas lejano si vienes desde Las Vegas y el menos visitado. Solo está abierto de mediados de mayo a mediados de octubre debido a las condiciones climáticas. Ofrece una experiencia más exclusiva y tranquila. En cuanto a servicios dispone de alojamiento limitado. 

Borde Oeste (West Rim), a dos horas aproximadamente de Las Vegas, esta entrada no forma parte del Parque Nacional del Gran Cañón, sino que está ubicada en la reserva de nativos americanos Hualapai y es propiedad de la tribu Hualapai y está operada por ella.

Es conocida por la atracción del Skywalk, un puente de vidrio voladizo en forma de herradura de 3 metros de ancho que se extiende unos 21 metros sobre el borde del Gran Cañón, ofreciendo una vista a una altura de 1200 metros. Además del Skywalk, ofrecen tours en helicóptero, tirolina y rafting, así como adentrarse en la cultura de los Hualapai. Recomendamos revisar los precios de estas actividades y considerar el tiempo disponible para realizarlas.

El Borde Oeste cuenta con la atracción del Skywalk

El Borde Este (East Rim), aunque no es una entrada oficial del parque, la entrada por Torre Desert View, ofrece accesos desde la Ruta 64 y vistas espectaculares a lo largo del camino. La Desert View Drive, se halla aproximadamente a 40 kilómetros al este del Grand Cañón Village. Esta entrada ofrece una alternativa menos congestionada al Borde Sur. Nosotros la utilizamos para salir del Gran Cañón del Colorado y volver a Las Vegas.

Esta área tiene menos servicios que el Borde Sur, pero cuenta con un centro de visitantes, la torre de observación, una zona de picnic y vistas espectaculares al río Colorado. 

Cada una de estas áreas del Gran Cañón tiene su propio encanto: desde las vistas más emblemáticas y accesibles del Borde Sur, pasando por las experiencias únicas y exclusivas del Borde Oeste, hasta la serenidad y paz que se encuentra en el Borde Norte. 

Al planificar tu visita, considera qué tipo de experiencia buscas y la temporada del año para elegir la entrada que mejor se adapte a tus necesidades. 

A continuación, presentamos algunos datos útiles y detalles sobre nuestro recorrido de un día y medio en el Gran Cañón:

Coste: La entrada al Parque Nacional del Gran Cañón tiene un coste de $35 por vehículo, válida por siete días consecutivos. Las tarifas pueden variar para motocicletas y visitantes que entren a pie.

Foto: © Brand Usa Grand Canyon

Permisos: Si tienes en mente realizar caminatas nocturnas, acampar o participar en actividades específicas, es posible que necesites obtener permisos adicionales.

Transporte: En el Borde Sur, el parque ofrece servicios de transporte gratuito que facilitan el acceso a los principales miradores y puntos de observación, muchos de los cuales no son accesibles en vehículo privado.

Algunas recomendaciones

Debido a la popularidad del Gran Cañón, es aconsejable reservar alojamiento y permisos con anticipación, especialmente durante la temporada alta.

El clima puede variar significativamente entre el Borde Norte y el Borde Sur, así que revisa las condiciones y prepárate adecuadamente.

Mantén la seguridad en mente, especialmente en los bordes y durante las caminatas. Lleva suficiente agua y equipo adecuado.

Alquila un coche cómodo y asegúrate de que esté en buen estado. Un SUV puede ser una buena opción si planeas explorar más allá de los caminos pavimentados.

El rafting en el río Colorado es una de las actividades más emocionantes y ofrece una perspectiva única del cañón.

Aunque esta sugerencia debió haber sido mencionada en nuestro primer artículo sobre Los Ángeles, la mejor forma de viajar tranquilos y evitar gastos tan desmesurados en Estados Unidos es contratar un seguro médico. De esta forma, viajaréis con cobertura médica, tranquilos y asegurados ante cualquier percance. Nosotros contratamos un seguro de viaje por 84 euros para los 14 días. https://heymondo.es/

Y por último en la página https://www.nps.gov/grca/planyourvisit/basicinfo.htm tenéis la información actualizada del Parque del Gran Cañón.

Foto: © Brand Usa Grand Canyon

Nuestra experiencia: desde Las Vegas al Gran Cañón del Colorado

El viaje por carretera desde Las Vegas hasta el Gran Cañón es una experiencia fascinante. Al abandonar el bullicio de Las Vegas, el paisaje cambia gradualmente, sumergiéndonos en la serena grandeza de una de las maravillas naturales más impresionantes del planeta. A unas dos horas de Las Vegas se encuentra el primer punto de interés: la reserva de la tribu Hualapai y el famoso Skywalk. Sin embargo, nuestro destino final no era este, nos dirigíamos a la entrada más popular del parque, Grand Canyon Village (South Rim), ubicada a unas cuatro horas y media.

Con el tiempo limitado de nuestra visita al Gran Cañón, donde pasaríamos solo una noche, y considerando que fuimos a mediados de noviembre, decidimos entrar al parque por su entrada más popular. Una caseta de madera nos recibiría y, sin necesidad de bajarnos del vehículo, efectuamos el pago para obtener la entrada. Además, recibimos un valioso mapa que detallaba la ubicación de las áreas de estacionamiento en el pueblo, las paradas de autobús, las rutas hacia los miradores panorámicos y todos los servicios para visitantes.

El mapa

Este mapa resultó muy útil para orientarnos y así aprovechar al máximo nuestra visita. Si estás planificando tu viaje, te recomendamos consultar esta página web, donde encontrarás información detallada sobre los alojamientos en el Gran Cañón, así como precios y disponibilidad: https://www.grandcanyonlodges.com/lodging/.

Sin planes de realizar actividades o senderismo, nos enfocamos en explorar algunos de los miradores más emblemáticos. Además, hicimos una parada en el South Rim Visitor Center, una visita que recomendamos para apreciar la rica cultura del lugar y descubrir las numerosas opciones y actividades del parque, como los vuelos en helicóptero o las rutas guiadas de varios días, perfectas si el senderismo es parte de tu aventura.

Alojamiento de este viaje

Nos alojamos en el Kachina Lodge, un hotel asequible situado dentro del mismo parque, que fue construido a finales de los años 60. Ubicado justo en el borde del Gran Cañón, algunas de sus habitaciones ofrecen vistas parciales de tan espectacular paisaje. La gestión del Kachina está a cargo del histórico Hotel El Tovar, que, aunque rara vez tiene habitaciones disponibles, merece una visita. Este hotel es ideal para disfrutar de una cena en un entorno de elegancia histórica, con su majestuoso comedor construido con piedra nativa y pino de Oregón.

Los murales en las paredes representan las tradiciones de cuatro tribus nativas americanas: Hopi, Apache, Mojave y Navajo. Es fácil imaginar los personajes fascinantes que han pasado por este lugar, como el presidente Teddy Roosevelt, Bill Clinton y Sir Paul McCartney, quienes han compartido historias y cenas en este ambiente único. El menú del comedor fusiona influencias internacionales con sabores locales del suroeste y es reconocido como el mejor restaurante del Gran Cañón, con prestigio a nivel internacional.

Además, el enorme vestíbulo del hotel ofrece un ambiente cálido y relajante para recibir a los huéspedes. Esta acogedora sala, de estilo rústico, está decorada con pinturas del cañón realizadas por artistas locales, lo que añade un toque auténtico al lugar. 

Al salir del salón, se encuentra una pequeña terraza que ofrece vistas maravillosas, conocida como uno de los mejores lugares para admirar las impresionantes puestas de sol de Arizona. Aquí, los huéspedes pueden disfrutar de una comida ligera y una bebida refrescante mientras planifican su próxima aventura. Es importante señalar que para sentarse en la barra se debe tener al menos 21 años y presentar una identificación válida; los huéspedes internacionales deberán mostrar su pasaporte como identificación.

Después de realizar el check-in y reservar una mesa para la cena en el acogedor comedor de El Tovar, nos dirigimos al cercano Kachina Lodge, situado a solo unos metros de distancia. Antes de ello, aprovechamos la tienda para comprar guantes, bufandas y gorros, ya que la temperatura cayó inesperadamente al atardecer, un cambio de temperaturas sorprendente tras nuestra estancia en Las Vegas.

La temperatura cayó inesperadamente al atardecer

Con estos accesorios, exploraríamos cómodamente varios miradores hasta el anochecer. La visita a El Tovar resultó ser inolvidable, nos permitió apreciar la majestuosidad del lugar con unas vistas tan impresionantes que nos dejaron sin aliento desde el primer momento.

Por otro lado, se puede encontrar alojamiento más económico en los pueblos cercanos al Parque del Gran Cañón del Colorado , aunque es importante tener en cuenta que la época del año puede afectar el tráfico en la entrada del parque. En nuestro caso, noviembre resultó ser una excelente elección en cuanto a clima, precios y afluencia de visitantes. Este tipo de detalles pueden transformar por completo la experiencia de cualquier viaje, haciendo que sea más placentera y libre de contratiempos.

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Después de dejar las maletas, nos dirigimos al Grand Canyon Visitor Center, que conecta con el Rim Trail, un cómodo sendero popular y accesible por varias zonas del parque y que se extiende aproximadamente 13 millas (21 kilómetros) desde el South Kaibab Trailhead hasta Hermits Rest. Se pueden recorrer solo secciones del sendero ya que hay múltiples puntos de acceso a lo largo del camino.

Rim Trail

El Rim Trail que serpentea por el mismo borde de esta magnífica formación es ideal para aquellos que desean disfrutar de las vistas panorámicas sin necesidad de adentrarse en las rutas más desafiantes que descienden hacia el interior del cañón. Gran parte del sendero es pavimentado, y algunas secciones son aptas para sillas de ruedas.

A lo largo del Rim Trail, encontrarás algunos de los miradores más impresionantes, como Mather Point, Yavapai Point, y Hopi Point, entre otros. Estos miradores ofrecen increíbles y oportunidades para la fotografía, especialmente durante el amanecer y el atardecer.

A lo largo del sendero hay baños, estaciones de agua potable, y paradas de autobús del servicio de transporte gratuito del parque, que facilitan el acceso a diferentes puntos del Rim Trail sin necesidad de caminar largas distancias.

Puedes pasar desde una hora hasta un día completo en el Rim Trail, dependiendo de cuánto tiempo quieras dedicar a cada sección y a disfrutar de las vistas.

El Rim Trail es una excelente opción para quienes buscan una manera relajada y accesible de experimentar la majestuosidad del Gran Cañón, permitiendo disfrutar de su inmensidad sin el esfuerzo físico que requieren otras rutas más exigentes.

Dejarse llevar por los senderos

Aunque teníamos apuntados algunos miradores en nuestra agenda, decidimos dejarnos llevar por el sendero y descubrimos varios puntos de observación en terrazas que se asoman al precipicio. Caminar por el Rim Trail nos ofreció una conexión profunda con la majestuosidad y la belleza de esta impresionante formación geológica.

Desde el Mather Point se puede ver una amplia extensión, que incluye creaciones  rocosas como el Vishnu Temple, Zoroaster Temple y el Bright Angel Canyon. Las vistas son especialmente impresionantes al atardecer. Es uno de los miradores más accesibles, con estacionamiento cercano. Tiene dos plataformas de observación protegidas con barandillas que se extienden hasta el borde del cañón, proporcionando a los visitantes una vista despejada y sin obstáculos del paisaje. 

Recorriendo gran parte de esta senda asfaltada y a medida que el sol comenzaba a descender, empezó la magia. Las paredes del gran precipicio se tiñen de tonos cálidos, rojos, naranjas y dorados. Las sombras se alargan, creando contrastes marcados que resaltan las formas rocosas y las capas del cañón. A su vez, la silueta de la luna comienza a vislumbrarse sobre ellas, añadiendo un toque arrebatador.

Realmente fue un momento perfecto para la reflexión y para apreciar la inmensidad y la belleza de la naturaleza.

Foto: © Brand Usa Grand Canyon

Nos quedamos hasta el anochecer, capturando en fotos a cada instante, el cambio de luz mostraba diferentes paisajes. Tras adaptarnos a las sombras y guiados por la brillante luna en medio de la solemne oscuridad, regresamos al El Tovar, eso sí, temblando de frío. Allí, disfrutamos de una cálida cena, el broche ideal para un día tan memorable.

Shuttle para moverse

Al día siguiente, para visitar los puntos más distantes que previamente habíamos planificado, tomaríamos el shuttle que recorre los diferentes miradores. Pero antes de partir, disfrutamos de un delicioso desayuno de nuevo en el Hotel Tovar, donde destacaron especialmente unas sabrosas tostadas de aguacate.

El Parque Nacional del Gran Cañón dispone varios recorridos en autobús que permiten explorar el paisaje sin la necesidad de conducir, proporcionando acceso a miradores, senderos y puntos de interés a lo largo del borde sur. Es bastante aconsejable, ya que si vas en vehículo propio algunas carreteras pueden encontrarse cerradas, dependiendo de la época del año.

Existen varias rutas por el Gran Cañón del Colorado muy bien definidas que en el mapa se diferencian por colores para los diferentes recorridos

1. Ruta Roja

Esta ruta lleva a los visitantes a lo largo de la parte más occidental del Borde Sur, desde el Village Route Transfer Station hasta Hermits Rest. El autobús hace paradas en miradores espectaculares, como Maricopa Point, Powell Point y Hopi Point, que ofrecen algunas de las vistas más icónicas. Esta ruta es especialmente popular para disfrutar de las puestas de sol. Horario: Funciona de marzo a noviembre, ya que en invierno el acceso a Hermits Rest está cerrado al tráfico en vehículo privado.

2. Ruta Azul (Village Route)

La Ruta Azul conecta varias áreas clave dentro del Village del Gran Cañón, facilitando el transporte entre el alojamiento, los restaurantes, el Centro de Visitantes y los principales senderos. Es una excelente opción para moverse por el área central del parque sin tener que caminar largas distancias.

Horario: Funciona durante todo el año, con autobuses que operan aproximadamente cada 15 minutos.

3. Ruta Naranja 

Esta ruta es ideal para los visitantes que quieren explorar el área al este del Centro de Visitantes, hasta Yaki Point. La Ruta Naranja incluye paradas en varios miradores, como Mather Point, Yavapai Geology Museum y Pipe Creek Vista. Es una excelente opción para aquellos interesados en aprender más sobre la geología del Gran Cañón así como disfrutar de vistas impresionantes.

Horario: También opera todo el año, con autobuses que pasan cada 15-30 minutos.

4. Ruta Púrpura 

La Ruta Púrpura conecta el pequeño pueblo de Tusayan, ubicado justo fuera del parque, con el Gran Cañón. Es una opción conveniente para quienes se alojan fuera del parque o desean estacionar su vehículo en Tusayan y evitar la congestión del tráfico dentro del parque. Esta ruta es gratuita y permite a los visitantes llegar directamente al Centro de Visitantes.

Horario: Funciona de marzo a septiembre, coincidiendo con la temporada alta de visitas.

5. Ruta Verde (Hikers’ Express)

Esta ruta está diseñada principalmente para excursionistas y proporciona transporte temprano en la mañana desde el Village hasta el comienzo del South Kaibab Trail. Es una opción popular para aquellos que planean hacer una caminata larga o comenzar su aventura antes de que las temperaturas aumenten.

Horario: Funciona durante todo el año, con salidas tempranas en la mañana.

Foto: © Brand Usa Grand Canyon

Es recomendable llevar agua y protección solar, especialmente durante los meses de verano. Aunque los autobuses son cómodos, algunos puntos de interés requieren caminatas cortas desde las paradas.

Estos servicios de shuttle bus no solo son una manera práctica y ecológica de moverse por el parque, sino que también permiten relajarse y disfrutar del paisaje sin preocuparse por el tráfico o el estacionamiento.

En nuestro caso, dedicamos una mañana a recorrer los miradores más destacados de la Ruta Roja, deteniéndonos en cada uno de ellos con un tiempo de espera aproximado de 15 minutos en cada parada. Esto nos permitió disfrutar de cada sitio a nuestro propio ritmo. A finales de noviembre, sin las multitudes habituales y con temperaturas agradables durante el día, la experiencia fue tranquila y placentera.

Regresamos a la “transfer station”, nuestro punto de partida, para recoger el coche y dirigirnos hacia Desert View y su famosa Torre de Observación o Watchtower. Este sería el último mirador y el lugar desde el cual saldríamos del Parque del Gran Cañón para emprender el regreso a Las Vegas.

Foto: © Brand Usa Grand Canyon

Una carretera que serpenteaba cerca del Gran Cañón por la que circulamos aproximadamente 40 Km. En algunos márgenes en sombra se veía algo de nieve acumulada a pesar del sol de la mañana, lo que nos da una idea de como bajan las temperaturas de noche.

Watchtower

Llegamos a la Watchtower, diseñada por Mary Colter y terminada en 1932. Esta torre es una mezcla fascinante de arquitectura y cultura, inspirada en las antiguas torres de vigilancia construidas por los nativos americanos de la región.

La torre está hecha principalmente de piedra local, lo que le permite fusionarse casi a la perfección con el paisaje circundante.

En su interior encontramos murales pintados por el artista Hopi Fred Kabotie, que representan la rica historia, mitología y cultura de los Hopi, ofreciéndonos una profunda conexión con las raíces culturales de la región. 

Una de las características más destacadas es la panorámica que ofrece de la inmensidad del Gran Cañón de tonos rojizos en contraste con un trayecto del serpenteo azul turquesa del río. Desde la cima se disfruta de una de las vistas más amplias y espectaculares, abarcando un área extensa que incluye el Desierto Pintado. 

La torre cuenta con una tienda de regalos y un centro de información, para saber más sobre la historia natural y cultural del área. La Watchtower de Desert View es mucho más que un observatorio o un monumento arquitectónico, es un símbolo de la armonía entre la arquitectura y la naturaleza, un tributo a las culturas ancestrales de América del Norte, y una parada obligatoria para cualquiera que desee experimentar la grandeza del Gran Cañón en toda su magnificencia.

Una experiencia que deja una profunda impresión

experiencia que deja una profunda impresiónUn viaje al Gran Cañón del Colorado es una experiencia que deja una profunda impresión. Uno se siente pequeño frente a la inmensidad de la naturaleza y la majestuosidad del paisaje esculpido por millones de años de erosión. El contraste entre las vastas paredes de roca, el cielo azul, y el río Colorado zigzagueando a lo lejos, crea una vista inolvidable que invita a la reflexión sobre el tiempo y la fuerza de la naturaleza.

Más allá de la belleza natural, este viaje es también una lección sobre la paciencia y el poder de los elementos naturales. Cada estrato de roca es un testimonio geológico, ofreciendo una perspectiva única sobre la historia de la Tierra.

El Gran Cañón del Colorado no solo es un destino, sino un recordatorio de la necesidad de preservar estos lugares únicos para que futuras generaciones puedan también experimentar su grandiosidad. Al dejar atrás sus miradores y senderos, uno se lleva una renovada apreciación por la naturaleza y la historia de nuestro planeta.

No os perdáis la próxima publicación de esta gran aventura por la Costa Oeste de EEUU que aún no ha terminado. Desde Las Vegas, volamos a una de esas ciudades que posee un encanto especial y que dejan huella: San Francisco.