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San Francisco: descubre la magia de la Ciudad de la Bahía entre tranvías, arte urbano y vistas increíbles

San Francisco, la fusión perfecta de historia, cultura y naturaleza

Visitar San Francisco es sumergirse en una ciudad que combina historia, cultura y paisajes. Desde el icónico Puente Golden Gate hasta los pintorescos tranvías que recorren sus empinadas colinas, la «Ciudad de la Bahía» ofrece experiencias únicas. Su rica herencia multicultural, sus atrayentes barrios, junto a su innovadora escena tecnológica y gastronómica, hacen de San Francisco un destino perfecto para quienes buscan aventura, arte, y un ambiente cosmopolita.

Por Nuria Araguás y A.B.S
Fotos: © S.F. Travel Association y Evasión

Después de visitarLos Ángeles, Las Vegas y el Gran Cañón, como hemos descrito en ediciones anteriores, abordamos un vuelo desde Las Vegas hacia nuestro último destino antes de regresar a Madrid: la emblemática ciudad de San Francisco. Aquí pasaríamos cuatro días, que serán el foco de este artículo. 

© S.F Travel Association

Un pequeño resumen de la historia de San Francisco

San Francisco fue fundada por colonos españoles en 1776, al establecerse la Misión San Francisco de Asís. Su crecimiento explosivo comenzó con la Fiebre del Oro (1848-1855), miles de buscadores de oro y aventureros llegaron a la ciudad, transformándose en un próspero centro comercial, que con la llegada del ferrocarril transcontinental en 1869 impulsó su economía. En 1906, sufrió un devastador terremoto e incendio reconstruyéndose muy rápidamente. En los años 30, se edificaron íconos como el Puente Golden Gate. 

Durante la Segunda Guerra Mundial, fue un puerto militar clave, y en los 60 fue epicentro del movimiento hippie y de derechos civiles. En las décadas de 1990 y 2000, se posicionó como un centro neurálgico para la tecnología e innovación, gracias a su cercanía a Silicon Valley. La explosión de las empresas de tecnología transformó la economía local, atrayendo a trabajadores altamente calificados y aumentando el nivel de vida.

Hoy, San Francisco es conocida por su diversidad cultural, su escena artística y tecnológica, y su papel histórico en movimientos sociales y culturales de gran impacto en los EE. UU. y el mundo.

Una historia fascinante: los barcos enterrados bajo sus calles

Por increíble que parezca bajo las calles de San Francisco se hallan barcos enterrados que datan de la fiebre del oro de mediados del siglo XIX. Durante ese tiempo, miles de personas llegaron en barco en busca de riqueza, y muchos de esos barcos fueron abandonados en el puerto cuando las tripulaciones desertaron para unirse a la fiebre del oro. Algunos barcos se usaron como almacenes, tabernas y otros fines, mientras que otros fueron enterrados a medida que la ciudad expandió su terreno rellenando marismas y costas.

En el siglo XX y XXI, durante excavaciones para nuevos edificios o sistemas de transporte, se han descubierto algunos de estos barcos enterrados. Uno de los descubrimientos más famosos fue en 1994, cuando durante la construcción de la estación de trenes Embarcadero del BART (Bay Area Rapid Transit), se encontró el barco General Harrison. 

Aterrizamos en San Francisco a finales de noviembre como broche final al viaje en que visitamos Los Ángeles, Las Vegas y El Gran Cañón. Nos alojamos en el Hotel CitizenM San Francisco Union, ubicado en el Distrito financiero. Reseñar que esta cadena de hoteles ofrece un alojamiento muy innovador, de valorado diseño y comodidad y que además suelen estar ubicados en el corazón de las principales ciudades del mundo. El check-in y check-out se realiza de manera autónoma y ofrece amplias áreas comunes diseñadas para relajarse, trabajar o socializar. Muy recomendable.

© Evasión

Después del check-in, lo primero que hicimos fue buscar una auténtica hamburguesa americana, una de esas que se está repleta de ingredientes. Tuvimos la suerte de encontrar, a solo 100 metros del hotel, el restaurante Tad’s Steakhouse que con una decoración muy sencilla es conocido entre turistas y locales por su relación calidad – precio y que cumplió con satisfacción nuestro objetivo.

Si te apetece algo mas sofisticado, en un atractivo callejón de la histórica Jackson Square, recomendamos BIX donde también puedes tomar alguno de sus cócteles en una espectacular barra curvada y que con un sorprendente y elegante salón, ofrece cocina estadounidense moderna al son de jazz en vivo todas las noches.

A una manzana del hotel hallamos Union Square, un animado punto de encuentro, famoso por sus tiendas exclusivas, teatros, restaurantes y su dinámica vida urbana. Paseamos por este gran espacio que acoge numerosos eventos a lo largo del año, y, dadas las fechas la plaza contaba con un enorme árbol de Navidad y una pista de hielo, donde niños y no tan niños, se deleitaban patinando.  

© U.S. Travel Association. Foto: Tony Bennett

Tras recorrer los alrededores, rodeados de rascacielos iluminados y calles de oficinas, restaurantes y boutiques, fuimos a descansar pensando en la actividad del siguiente día. 

Planificamos en Free SF Tour, el alquiler un tour privado en español de 5 horas transitando en bicicletas eléctricas de última generación, realizando paradas estratégicas en lugares emblemáticos. Sin lugar a duda, una experiencia increíble, con un itinerario cómodo y previamente seleccionado, principalmente en torno a la bahía de San Francisco, conocida por la «Bahía Dorada» (Golden Bay). En el enlace que dejamos encontrareis toda la información y actividades de este gran tour. 

A las 10.00 AM nos reunimos con el guía y las bicicletas a las puertas del hotel. El día se presentaba soleado y con una temperatura perfecta. Atravesamos pedaleando parte del distrito financiero entre altos edificios y sorprendentemente sin apenas tráfico. Nos dirigíamos a la Coit Tower nuestra primera parada. 

Recorrimos anchas avenidas, ascendiendo y descendiendo por impresionantes pendientes que, desde sus puntos más elevados, ofrecen vistas al océano. Son las colinas de San Francisco. Las encantadoras casas de estilo victoriano, reconocidas por su singular arquitectura, confieren a la ciudad un carácter distintivo. Destacan las fachadas, adornadas con detalles ornamentales y vibrantes colores. Los tejados inclinados, albergan buhardillas y torretas.

© Evasión

Subir la colina de Telegraph Hill entre arboles y vegetación en bicicleta eléctrica resultó bastante agradable, permitiendo vistas impresionantes en cada curva. En lo mas alto se halla la Coit Tower, uno de los monumentos más reconocidos de la ciudad. Esta torre de estilo art déco es famosa no solo por sus impresionantes vistas de 360 grados sino también por los murales que adornan su interior y que representan escenas de la vida cotidiana en California durante la Gran Depresión.

Bajamos la colina igualmente disfrutando otra perspectiva de las vistas al océano y la franja costera de San Francisco, para dirigirnos al distrito de Fisherman’s Wharf. Este  antiguo puerto de pescadores es actualmente una de las atracciones turísticas más populares. Un barrio muy animado que combina historia, vistas al mar y una variedad de opciones gastronómicas, recreativas y comerciales. 

En cuanto a la gastronomía, no puedes dejar de probar en alguno de sus restaurantes, el clam chowder, una crema de almejas que se sirve en un bol de pan de masa fermentada. Es uno de los platos más típicos, además de los mariscos recién capturados y los famosos puestos de cangrejo Dungeness.

Realizamos un parada y tomamos un refrigerio en Boudin Bakery, una panadería que ha sido una institución en la ciudad desde 1849 con el sabor de su famoso pan de masa madre (sourdough). Fue fundada por Isidore Boudin, un panadero de origen francés que trajo consigo la técnica tradicional europea de hacer pan, adaptando su receta utilizando levadura local que da al pan su característico sabor ácido y único.

En Boudin puedes ver a los panaderos trabajar detrás de grandes ventanas mientras moldean y hornean el famoso pan. Hay exhibiciones que muestran cómo se hace y puedes comprarlo fresco con originales formas como cocodrilos, tortugas, ositos, cangrejos…

En el segundo piso un restaurante con un menú amplio, destacando platos servidos con su pan de masa madre, como el famoso clam chowder que tal y como hemos mencionado es un clásico.

Fundado en 1965, el restaurante Scoma’s es otro emblemático restaurante frente al mar propiedad de una familia desde hace tres generaciones y es célebre por servir los mariscos más frescos, del muelle el plato.

© S.F. Travel Association. Foto: Seth Warren

Entre los puntos mas destacados en Fisherman’s Wharf encontramos:

El Pier 39, que en sí mismo es toda una atracción. Alberga un atractivo tiovivo, todo tipo de tiendas, restaurantes, comida rápida, pastelerías…. Pero es también es el hogar de una colonia de leones marinos que son un auténtico espectáculo. 

El Museo Marítimo Nacional, con barcos históricos atracados en el puerto.

Ghirardelli Square: Un antiguo lugar donde se fabricaba chocolate, ideal para probar el famoso chocolate de San Francisco. 

Aquarium of the Bay: Un acuario que exhibe la vida marina local.

Ripley’s Believe It or Not! y Madame Tussauds son atracciones más recientes y populares, especialmente entre las familias.

Cruceros y tours: Desde el muelle, se pueden tomar cruceros para explorar la Bahía de San Francisco, visitar la prisión de Alcatraz o simplemente disfrutar de un paseo en barco y vistas emblemáticas.

Tras el pequeño descanso nos dirigimos a La Fuente de Yoda, frente a las oficinas de Lucasfilm, una pequeña pero popular atracción para los fanáticos de Star Wars. Aunque el edificio de Lucasfilm no está abierto al público, el vestíbulo permite ver exhibiciones de objetos y personajes de la saga, como Darth Vader y R2-D2. Es una parada ineludible para quienes disfrutan del legado de George Lucas.

Continuamos hasta El Golden Gate Park, el parque más grande y famoso de San Francisco, y uno de los más importantes de Estados Unidos. Con más de 4.1 km² de extensión, ofrece una enorme variedad de atracciones naturales, culturales y recreativas. El parque cuenta con extensas rutas para caminar y pedalear en bicicleta, lo que lo convierte en un lugar ideal para hacer ejercicio o simplemente disfrutar del aire libre.

Recomendamos alquilar una bicicleta y recorrerlo ya que alberga rincones maravillosos como: El Conservatorio de Flores, El Jardín Japonés de Té, De Young Museum, La Academia de Ciencias de California, El Jardín Botánico, Music Concourse y el Stow Lake. 

Una de las curiosidades del parque es el Buffalo Paddock, en el que podemos ver una manada de bisontes americanos que han vivido en el parque desde la década de 1890.

El Golden Gate Park es más grande que el Central Park de Nueva York y es el corazón verde de la ciudad que ofrece algo para todos, desde arte y ciencia hasta actividades al aire libre en plena naturaleza.

Cruzar el Golden Gate en bicicleta 

Tras el recorrido por este inmenso parque, circulamos por el carril bici que transita la línea costera,  siempre avistando el imponente y llamativo puente así como la Isla de Alcatraz. Encontramos algunos miradores realizando paradas para fotografiar las vistas que cobran una dimensión distinta del imponente puente colgante que cruza el estrecho conocido como «Golden Gate», la entrada natural entre la Bahía de San Francisco y el Océano.

Subimos al puente por un carril para ciclistas que corre paralelo a la acera peatonal, donde las fuertes ráfagas de viento y el sonido de las olas rompiendo en la parte inferior hacen que la experiencia sea envolvente e impresionante. La estructura es asimismo grandiosa, con sus cables enormes y su color rojo anaranjado que contrasta con el azul del agua y del cielo, creando una atmósfera casi cinematográfica. Increíblemente el fuerte viento que azota esta zona ha invocado a dos valientes windsurfistas, a navegar a gran velocidad saltando las olas, hecho que nos mantuvo observando un buen rato, en tan emblemática ubicación.

© S.F. Travel Association.

El recorrido en sí no es demasiado difícil, aunque el puente tiene una ligera inclinación, y las condiciones climáticas pueden variar. Las vistas son inigualables: a un lado, la bahía de San Francisco y el famoso perfil de la ciudad; al otro, el vasto océano Pacífico. Incluso en días nublados o con niebla, el ambiente parece tener un encanto único, ya que la estructura simula flotar entre las nubes.

Realizamos una parada en un lateral en el que el protagonista fue el viento no permitió apenas realizar las panorámicas. 

Golden Gate Observation Deck

Una vez en cruzamos el puente nos dirigimos a la colina que se eleva sobre el puente y que desde los puntos mas altos permiten ver mas allá el contorno peninsular y costero de la gran Bahía. Battery Spencer , es uno de los miradores mas recomendables, así como el Golden Gate Observation Deck.

Dando gracias a estas potentes bicicletas eléctricas que prácticamente se asemejan a motocicletas de pequeña cilindrada, pudimos subir cómodamente el puerto que a cada curva presentaba un escenario cada vez mas amplio e impresionante. Atardecía sobre el agua, la luz tomaba distintos matices ofreciendo también diferentes panorámicas, dejándonos extasiados y disfrutando de la caída del sol en varios puntos del camino.

Excursión a Sausalito

Sausalito, al otro lado del Puente Golden Gate, fue un pequeño pueblo de pescadores y hoy es un pintoresco destino turístico. Se puede llegar desde San Francisco en coche, ferry o bicicleta. En sus encantadoras calles se encuentran tiendas locales, galerías de arte y boutiques, y el paseo marítimo está lleno de cafés y restaurantes con vistas al mar.

  AMSTERDAM

Uno de sus atractivos más singulares es su comunidad de casas flotantes, iniciada en los años 40, cuando embarcaciones militares se convirtieron en hogares. Actualmente, Sausalito cuenta con alrededor de 400 casas flotantes, que van desde simples estructuras de madera hasta lujosas y modernas obras arquitectónicas. Además, ofrece increíbles panorámicas de la bahía de San Francisco, Alcatraz y el Puente de la Bahía. 

A pocos minutos por carretera, el Parque Nacional Muir Woods permite explorar majestuosas secuoyas gigantes. 

Regresamos en ferry con las bicicletas, cansados, comentando lo vivido y muy satisfechos tras otro día inolvidable. 

San Francisco es una ciudad célebre por su diversidad cultural y geográfica, lo que se refleja en la variedad de sus barrios. El día siguiente volvimos a las bicicletas, pero esta vez para recorrer los distritos mas significativos. 

© Evasión

El Barrio Chino

Chinatown en San Francisco refleja la herencia china y la historia de la inmigración en EE.UU. Como primer asentamiento chino en América del Norte, ha sido un centro de resistencia cultural frente a la discriminación y las leyes de exclusión del siglo XIX. Su arquitectura distintiva, con techos curvos y detalles de pagoda, simboliza la lucha de la comunidad por preservar su identidad, especialmente después del terremoto de 1906.

Actualmente Chinatown es un vibrante núcleo cultural y comercial, donde tradiciones chinas coexisten con la vida moderna. Grant Avenue, su arteria principal, está adornada con faroles y tiendas que venden artículos tradicionales. Por otro lado, Stockton Street, frecuentada por locales, alberga mercados de alimentos frescos.

Por extraño que pueda parecer, las típicas galletitas de la fortuna que dan en los restaurantes chinos, no fueron inventadas en China; Las primeras galletas de la fortuna fueron horneadas por primera vez en San Francisco. Aconsejamos visitar la fabrica de  Golden Gate Fortune cookie Factory , una pequeña tienda donde puedes apreciar como se elaboran y se hornean en una plancha giratoria de hierro fundido. ¡No te lo pierdas, son deliciosas! 

El barrio alberga varios templos chinos históricos, siendo el más famoso el Templo Tin How . 

Golpe en la pequeña China o la serie Warrior  son obras presentan el Barrio Chino de San Francisco como un lugar que mezcla tradición y modernidad, donde las antiguas costumbres coexisten con los desafíos del mundo occidental.

El Distrito de la Misión es un animado centro cultural latino en San Francisco, donde la lengua, la gastronomía y la música reflejan las raíces de la comunidad. Alberga la histórica Misión San Francisco de Asís y Balmy Alley, famosa por su colección de murales. Además, ofrece una amplia variedad de gastronomía mexicana y latina, con platos como quesadillas, tamales y tlayud.

Pacific Heights es otro de los barrios más lujosos, con mansiones históricas y espectaculares vistas. 

Distrito de Richmond, al oeste de la ciudad, es un área residencial tranquila, con influencias asiáticas e irlandesas. Es el hogar de Golden Gate Park, el pulmón verde de San Francisco, y tiene acceso a playas como Baker Beach y el Lands End con senderos naturales y hermosas vistas. 

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Haight Ashbury, es famoso por ser el epicentro del movimiento hippie en la década de 1960, especialmente durante el «Verano del Amor» de 1967. Haight-Ashbury fue hogar de figuras icónicas como Janis Joplin y Jimi Hendrix.

North Beach, donde se encuentra Little Italy, destaca por edificios únicos que contrastan con el resto de San Francisco. Este barrio italiano tiene un encanto especial y mucho colorido, con algunos edificios decorados con impresionantes pinturas que reflejan la esencia cultural de la zona.

El Castro es un barrio emblemático de San Francisco, fundamental en el movimiento de derechos civiles LGBTQ+ de los años 60 y 70. Reconocido por su activismo, es una zona animada llena de bares, restaurantes y eventos que celebran la diversidad. Su punto cultural destacado es el Teatro Castro que posee una emblemática fachada.

Nob Hill es uno de los barrios más exclusivos. Los tranvías, parte esencial de su historia, añaden encanto al área, especialmente las líneas Powell-Hyde y Powell-Mason, que cruzan el barrio y ofrecen una de las maneras más pintorescas de llegar a la cima, con vistas asombrosas durante el trayecto.

SoMa (South of Market) es un barrio que ha evolucionado notablemente en las últimas décadas, caracterizado por sus rascacielos, lofts industriales y un ambiente empresarial impulsado por startups tecnológicas. También alberga museos como el SFMOMA, galerías de arte y una vida nocturna muy animada.

La Marina es un barrio conocido por su cercanía a la bahía y su ambiente relajado, famoso por sus vistas al Puente Golden Gate y al icónico Palacio de Bellas Artes. Crissy Field, un parque costero, ofrece un espacio ideal para caminar, correr o andar en bicicleta junto a la bahía.

Cada barrio de San Francisco tiene su propio carácter y ofrece una experiencia diferente, siendo esta diversidad lo que hace a San Francisco una ciudad tan única y fascinante.

Durante el recorrido, descendimos por la famosa Lombard Street, la calle más empinada de San Francisco. Cada día, cientos de turistas se acercan para fotografiar su inclinación de 40 grados y su característico trazado en zigzag. La principal atracción es ver a los coches bajar por el tramo de ocho curvas cerradas, adornado con coloridas jardineras. El mejor lugar para hacer algunas fotos es desde la parte inferior.

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Alamo Square, “The Painted Ladies»

En Alamo Square se encuentra una de las imágenes más icónicas de San Francisco: las famosas «Painted Ladies». Esta hilera de casas victorianas de colores variados se sitúa frente a un fondo de rascacielos modernos, creando un contraste único y fotogénico. El parque, ubicado en la cima de una colina, ofrece una vista perfecta para apreciar esta postal clásica de la ciudad.

Al atardecer, llegamos a este tranquilo espacio verde, un verdadero remanso de paz. Sobre la hierba, tanto locales como turistas disfrutaban de picnics, leían, paseaban a sus perros o simplemente se relajaban admirando las vistas. El vecindario alrededor presenta una arquitectura impresionante, con más ejemplos de casas victorianas y edificios de estilo eduardiano. Sin duda, un lugar ideal para terminar tan provechosa jornada.

ALCATRAZ, fuerte, faro y prisión

En nuestro tercer día, hicimos una excursión a la isla de Alcatraz, tomando un ferry desde El Embarcadero, al que llegamos en tranvía desde nuestro hotel. Los tranvías de San Francisco son mucho más que un ícono turístico; son una pieza clave de la historia del transporte de la ciudad. En funcionamiento desde finales del siglo XIX, son los últimos tranvías de cable operativos en el mundo, lo que los convierte en un testimonio vivo de la historia de San Francisco.

Seguramente reconocerás estos pintorescos y antiguos tranvías, ya que son protagonistas frecuentes en fotos y películas. Su diseño abierto y su método de operación tradicional, especialmente en las empinadas colinas de la ciudad, destacan el fascinante mecanismo de frenado que permite controlarlos. Sin duda, viajar en uno de ellos es una experiencia única.

El viaje a Alcatraz comienza en el ferry que nos brinda panorámicas espectaculares de la ciudad y del Golden Gate. Al llegar, recibimos una introducción sobre la historia de Alcatraz, desde sus inicios como fuerte militar, hasta su transformación en prisión de máxima seguridad y su cierre en 1963. La excursión incluye una audioguía que recorre celdas, áreas comunes y patios, enriquecida con relatos de la vida en la prisión, intentos de fuga y las experiencias de presos y guardias. 

© S.F. Travel Association. @ MaxStussi

Entrar en la prisión de Alcatraz provoca una mezcla de asombro y sobrecogimiento. Al cruzar sus pasillos fríos y austeros, se siente la atmósfera pesada de aislamiento que vivieron los prisioneros. Las celdas estrechas, el eco de los pasillos y las vistas de la bahía de San Francisco crean un contraste entre la libertad y el confinamiento. La experiencia es impactante y llena de historia, evocando las vidas de famosos reclusos y los intentos de fuga que marcaron esta famosa prisión. 

La película «Escape from Alcatraz», protagonizada por Clint Eastwood, revive el intento de fuga de 1962, uno de los más legendarios en la historia de la prisión. Esta conexión cinematográfica añade una capa extra de interés a la excursión, ya que llegamos con la curiosidad de ver en persona los escenarios que inspiraron tanto misterio y fascinación. Aconsejamos verla antes de la visita. 

También albergó a criminales como Al Capone.

Pasamos buena parte del día en esta isla que se ha utilizado como fuerte, faro y prisión caminando y deleitándonos con el perfil de San Francisco.

Al regresar visitamos el Musée Mécanique en el Pier 45, un museo único con una impresionante colección de máquinas recreativas y artefactos mecánicos antiguos. Fundado por Edward Galland Zelinsky, quien comenzó su colección a los 11 años, el museo cuenta con más de 300 máquinas que aún funcionan con monedas. Los visitantes pueden interactuar con una variedad de juegos y autómatas del siglo XX, desde pruebas de fuerza hasta fotomatones y videojuegos arcade de los años 80. Este lugar permite revivir la nostalgia con una experiencia interactiva que transporta a épocas pasadas; Disfrutamos de una tarde divertida jugando clásicos como el «come cocos». La entrada es gratuita, lo que lo convierte en una parada ineludible, ideal para todas las edades y para los amantes de la historia del entretenimiento. Tienes que verlo, es algo insólito.

En este mismo muelle se encuentra el USS Pampanito, un submarino de la Segunda Guerra Mundial que sobrevivió a numerosas batallas en el Pacífico. Hoy, el submarino se conserva como museo flotante.

Otras curiosidades de San Francisco

Taxi sin conductor 

De manera inesperada, nos encontramos con un vehículo en movimiento que captó rápidamente nuestra atención dadas las antenas visibles en su estructura. Solo unos segundos después, percibimos que circulaba sin conductor. Era uno de los dos taxis en fase de prueba que transitan la ciudad. Nos habría encantado experimentarlo, pero los pasajeros deben contar con un número de teléfono local para poder utilizarlo.

Aquellos que ya han probado el servicio nos comentan que estos taxis se desplazan a una velocidad reducida, ya que suelen conducir de forma cautelosa para priorizar la seguridad, aunque la reacción ante obstáculos tiende a ser demasiado lenta. Además, que no haya nadie al volante puede resultar desconcertante, sobre todo porque no existe la opción de comunicar directamente si deseas detenerte y bajarte. La experiencia es descrita como innovadora y llena de potencial, aunque muchos opinan que todavía necesita mejorar en cuanto a fluidez. Silicon Valley lidera esta tecnología, mostrando su ambición de transformar el transporte a nivel global. Sin embargo, también han surgido dudas respecto a su viabilidad en entornos urbanos complejos.

© Evasión

Los jeans en San Francisco

Levi Strauss, un inmigrante alemán, llegó a San Francisco en 1853, durante la fiebre del oro, y comenzó vendiendo lonas y suministros a los mineros. Junto al sastre Jacob Davis, creó pantalones de trabajo resistentes al añadir remaches de cobre en los puntos de tensión, usando un tejido llamado denim (vaquero) . En 1873, patentaron estos jeans, que rápidamente se volvieron populares como ropa de trabajo y, con el tiempo, como un ícono de la moda mundial. Esta marca fue un resultado directo de la demanda de ropa de trabajo resistente que surgió en ese contexto.

En un atractivo callejón de la histórica Jackson Square de San Francisco, un solitario letrero de neón conduce a una imponente sala de columnas estriadas, paneles de caoba, lujosos bancos y distinguidas obras de arte.

Camareros vestidos de blanco se presentan detrás de una barra suavemente curvada, mezclando lo que muchos han llamado los mejores cócteles clásicos de la ciudad .

© S.F. Travel Association

Descrito de diversas maneras como un bar clandestino civilizado, un club de cenas y un elegante salón, BIX ofrece cocina estadounidense moderna servida en un amplio comedor de dos pisos al son de jazz en vivo todas las noches.

El recorrido por la costa oeste de Estados Unidos llegó a su fin, dejándonos una experiencia memorable, llena de contrastes y paisajes impresionantes, donde cada destino nos brindó algo especial. Viajar por Los Ángeles, Las Vegas, el Gran Cañón y San Francisco fue la oportunidad ideal para sumergirnos en la rica diversidad natural y cultural que caracteriza a esta fascinante región.